La recarga de un coche eléctrico a baterías sigue siendo un hándicap para muchos compradores, pues además de la escasez de puntos de recarga, existen otros inconvenientes como la escasa potencia de la mayoría de puntos, lo incómodo de su manejo o los problemas de compatibilidad según mercados. Pues tomad buena nota, porque en la recarga robotizada para coches eléctricos podría estar la solución, una nueva tecnología que combina lo mejor de dos mundos: la recarga por cable y la carga inalámbrica.
En estos momentos, la recarga mediante cables es la solución más habitual al ofrecer importantes ventajas como elevadas potencias de recarga, alta eficiencia y menor coste de fabricación e instalación. La gran alternativa a la recarga por cables está en la carga inalámbrica, una solución que si bien lleva años postulándose como esa gran alternativa que desbancará a los cables, todavía hoy no ha conseguido conquistar a los fabricantes, pues aún presenta inconvenientes que no la hacen tan competitiva: menores potencias de recarga, menor eficiencia y mayores costes de fabricación e instalación.
Prototipo de recarga inalámbrica en un Porsche Taycan
Por lo tanto, aunque la recarga inalámbrica poco a poco sí está penetrando en mercados como la telefonía móvil, con cada vez mayor compatibilidad y disponibilidad para poder recargar sin cables, en el mundo del automóvil todavía es casi que una desconocida.
Y aquí es donde entra en escena la recarga robotizada, una tecnología que si bien necesita de una conexión física para poder realizar la recarga, esta conexión se realiza de forma totalmente automatizada, no necesitando en ningún momento de nuestra intervención. Esta idea lleva también algún tiempo sobre la mesa de marcas como Tesla, pues la marca californiana ya nos presentó un prototipo de recarga robotizada a través de su «serpiente». Sin embargo, hasta la fecha nada más se ha vuelto a saber sobre esta solución.
Ahora es un proyecto conjunto entre Continental y Volterio el que vuelve a poner en el punto de mira a la recarga robotizada, y lo hace a través de una solución muy interesante que hace uso de una plataforma ubicada en el suelo, lo que permite prescindir de cables y conectores. Este sistema solo necesitaría de un conector en los bajos del vehículo y la colocación del coche sobre la plataforma de una forma lo más alineada posible. Aún así, el sistema sería capaz de adaptar su posición en relación a la del vehículo con un margen de hasta 30 cm, permitiendo así poder enchufarse al coche de la forma más sencilla posible para el conductor.
Al contar con una conexión física, el sistema garantiza la capacidad de poder trabajar con potencias elevadas y con una alta eficiencia, consiguiendo así superar los incovenientes que presenta aún la recarga inalámbrica. Por el momento, esta estación de recarga robotizada es capaz de suministrar hasta 22 kW, pero ya se está trabajando en elevar la potencia hasta los 50 kW. Según Continental, la intención del proyecto es poder tener la recarga robotizada lista para su comercialización en 2024.
