Los superdeportivos son coches muy bajos, sin apenas altura libre al suelo. Cuentan con splitters prominentes, elementos de fibra de carbono y fondos planos que mejoran su rendimiento aerodinámico. Un resalto convencional se puede convertir en una carísima broma, y en algunos casos, un obstáculo infranqueable. Algunos coches equipan un sistema hidráulico que eleva el morro unos centímetros, los suficientes para poder superar adecuadamente estos badenes. El Chevrolet Corvette C8 tiene un sistema así, pero la noticia es que lo ha llevado un paso más allá: está sincronizado con el GPS del coche y puede almacenar hasta 1.000 obstáculos en su memoria.
No es arte de magia, pero es uno de los trucos que el Corvette C8 guarda en su manga. El nuevo superdeportivo americano es el más tecnológico y futurista de su historia, el primero en tener una disposición de motor central y el primero en prescindir de un cambio manual. Pese a ello, su precio de acceso rondará los 60.000 dólares, una cifra sencillamente espectacular para un coche de casi 500 CV de potencia. Pero hemos venido a hablar de badenes. El sistema funciona mediante actuadores hidráulicos y eleva el morro del coche en 41 mm en sólo 2,8 segundos. Esto permite al coche superar ciertos badenes o cuestas, que ponen en aprietos su bajo «ángulo de ataque».
Chevrolet Corvette
El sistema del Corvette C8 funciona hasta los 40 km/h, y su peculiaridad es que es capaz de memorizar hasta 1.000 puntos de «levantamiento». No sabemos cómo funciona en detalle, pero todo apunta a que el sistema geolocaliza los puntos en los que hemos elevado el morro del coche. Las próximas veces que circulemos por dicha zona, no tendremos que pulsar el botón, solo estar pendientes de no superar los 40 km/h a los que el sistema funciona como máximo. Parece uno de esos sistemas realmente útiles si funciona de forma impecable – si funciona mal una sola vez las consecuencias para el coche, y la reputación de Chevrolet, no serían en absoluto agradables.
Con todo, nos muestra el recorrido que aún tiene por delante el automóvil en cuanto a confort y versatilidad. Existen sistemas que mediante cámaras modifican la dureza de la suspensión de un coche, por lo que en un futuro posiblemente tengamos sistemas 100% automáticos que nos ayuden a mitigar los efectos de los badenes en nuestros coches. Conmino a los fabricantes de coches a que vengan a probar la tecnología a España, donde quizá los 1.000 badenes que es capaz de memorizar el Corvette C8 se queden muy escasos.
Galería de fotos del Corvette C8