La última generación del Chevrolet Corvette está siendo sacudida en EE.UU. por una poco agradable polémica que pone en tela de juicio a los ingenieros de Chevrolet y a la propia General Motors ante un posible defecto de diseño que propicia que el Corvette sufra serios problemas de refrigeración durante el uso en circuito. Lo que comenzó como casos esporádicos se ha convertido ya en demanda colectiva que señala a nada menos que 30.000 unidades del Corvette Z06 que podrían repetir el caso Mustang GT350 y sus problemas de refrigeración.
El Corvette Z06 es la versión diseñada para su uso combinado en circuito y carretera con permiso de las variantes más exclusivas y radicales como es el caso del ZL1. Aún así es la versión cuyo desempeño en circuito debería estar garantizado bajo cualquier circunstancia. Tras la aparición de unos primeros casos de clientes del Z06 que se quejaban abiertamente sobre problemas en el sistema de refrigeración del Corvette Z06 cuando se rueda en circuito, el fabricante decidió mejorar el sistema de refrigeración, sin embargo ahora en EE.UU. General Motors se enfrenta a una demanda colectiva que sigue los pasos del Ford Mustang GT 350 que también se ha visto salpicado por problemas de refrigeración.
Chevrolet Corvette
El problema de este aparente fallo de diseño es el hecho de que el sistema de refrigeración no es capaz de disipar el calor que genera el propulsor cuando se rueda al límite con el Corvette Z06, situación que sobre todo se da en circuito donde se exige el 100% de la mecánica. Ante la falta de eficacia del sistema de refrigeración la centralita del vehículo limita el rendimient del Corvette Z06 mediante la activación del conocido como modo de protección o «Limp Mode». La activación de este modo de protección limita la entrega de potencia, lo que indudablemente supone un serio peligro si estás rodando en circuito ya que de un momento a otro te ves en una situación de mínimas prestaciones.
Varios clientes afectados por esta situación han decidido acudir a los tribunales para demandar a General Motors por el defecto, poniéndose en manos del bufete Hagens Berman Sobol Shapiro LLP para interponer una demanda colectiva que según el propio despacho afectaría a más de 30.000 modelos fabricados entre 2015 y 2017.
