La historia del Chevrolet Corvette ZR1 2024 tiene todo lo necesario para dar vida a un documental, y hoy vamos a descubrir uno de los secretos más curiosos sobre el motor del nuevo Corvette ZR1, desconocido hasta ahora, pero sumamente interesante para entender el desafío que ha supuesto poner en las calles un hiperdeportivo de 1.064 CV sin rastro de electrificación.
Cuando 850 CV no son suficientes
El desarrollo del Corvette ZR1 ha requerido de nada menos que 4 años, un periodo muy extenso en el que Chevrolet no ha escatimado en recursos para dar vida a su criatura más deportiva, rápida y potente hasta la fecha. Dar vida a un coche así supone todo un reto para un fabricante, pues todo ha de realizarse ex profeso y sin referencias que señalen el camino a seguir.
Pero según ha confirmado el recién jubilado Tadge Juechter, máximo responsable del Corvette, en General Motors estaban decididos a crear la máquina definitiva, dando luz verde a un proyecto cuyo único objetivo era poner en las calles un Corvette que nadie se esperaría. Y tanto es así que Chevrolet puso el listón muy alto, tomando como modelos de referencia durante los tests, una unidad del Porsche 911 GT2 RS y otra de un Ferrari SF90 Stradale.
Ante este desafío en materia de prestaciones y con el nuevo motor LT7 (5.5 V8 Twin-Turbo) aún en proceso de desarrollo, resulta que el Corvette ZR1 necesitaba realizar en paralelo tests tan importantes como el de sus neumáticos. Las mulas del ZR1 requerían de un propulsor a la altura de las nuevas circunstancias mientras concluían los tests del nuevo motor LT7.
Y así fue como, tirando de inventiva, instalaron el 6.2 V8 Supercharged (LT5) del Corvette ZR1 anterior, pero modificado para alcanzar los 850 CV gracias al uso de una polea más pequeña para el compresor volumétrico que, a posteriori, demostraría ser una devoradora de correas según ha señalado el propio equipo de pruebas del Corvette.
Este motor, una verdadera bestia de ocho cilindros al más puro estilo americano, podría haber sido un perfecto candidato para propulsar al ZR1 final, sin embargo los 850 CV extraídos del LT5 no eran suficientes para satisfacer las ambiciones del equipo Corvette y su conducción tampoco resultó ser precisamente placentera, motivo por el cual se siguió adelante con el reto de llevar al límite al 5.5 V8 LT6 instalado en el Corvette Z06, añadiéndole dos turbocompresores y consiguiendo así dar vida a un nuevo V8 LT7 capaz de generar 1.064 CV y 1.123 Nm.
Nadie sabe a ciencia cierta que pasó con la mula del Corvette ZR1 que usaba un motor LT5 potenciado hasta los 850 CV, posiblemente haya sido destruida tras cumplir su objetivo, pero gracias a ella el nuevo ZR1 pudo poner a punto sus neumáticos, unas gomas que en el mejor de los casos (paquete ZTK) son unos Michelin Pilot Sport CUP 2 R en medidas 275/30 ZR20 para el eje delantero y 345/25 ZR21 para el eje trasero, instalándose además sobre llantas de fibra de carbono.