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20 aniversario de Euro NCAP: ¿cómo se comportan en un crash-test un Rover 100 del año 1997 y un Honda Jazz actual?

Euro NCAP nacía hace ya 20 años, como iniciativa europea destinada a analizar y valorar la seguridad de los coches nuevos vendidos en la Unión Europea. Desde entonces, se ha convertido en referente mundial, siempre gracias al apoyo de organismos nacionales (como IDIADA o ADAC) y equivalentes en otras partes del mundo (como el IIHS o el ANCAP). Para celebrarlo, Thatham Research ha decidido comparar la seguridad de un Rover 100 del año 1997 con la de un Honda Jazz moderno. Un choque temporal cuyo resultado es tan estremecedor.

Desde 1997 Euro NCAP ha valorado la seguridad de 629 coches. 9 de cada 10 coches vendidos en Europa tienen valoración Euro NCAP.

Las primeras pruebas Euro NCAP tuvieron lugar en 1997, y en ellas se analizaron siete utilitarios superventas: los Ford Fiesta, Opel Corsa, Fiat Punto, Renault Clio, Volkswagen Polo, Nissan Micra y Rover 100. Del máximo de cuatro estrellas, sólo los Polo y Fiesta obtuvieron tres de cuatro estrellas – entonces el máximo – en protección a los ocupantes. Los Punto, Clio, Micra y Corsa se conformaban con dos estrellas, y el Rover 100 literalmente se estrellaba, con una sola estrella. Los resultados en protección a los peatones aún fueron peores.

Ninguno de los coches analizados superó las dos estrellas. Los fabricantes reaccionaron a la defensiva tras estas pruebas de choque, calificándolas como extremadamente duras, con una puntuación máxima inalcanzable. Hasta que en apenas unos meses, Volvo llegó con su S40 y obtuvo la máxima puntuación en todas las pruebas. Desde entonces, los fabricantes se pusieron las pilas, mejorando enormemente la seguridad de los vehículos, e incluso usando sus buenos resultados en su publicidad, con el objetivo de vender más coches.

En 2018 comenzará a vigilarse la detección nocturna de peatones o la protección para los ciclistas.

Hoy por hoy, las pruebas de la Euro NCAP no se limitan al comportamiento del coche en un accidente, sino en su habilidad para prevenirlo e informar a tiempo al conductor. De hecho, sin los últimos sistemas de seguridad activa – como la frenada automática pre-colisión – un coche no puede obtener cinco estrellas en estas pruebas. Euro NCAP y sus procesos estandarizados no son un sistema perfecto, pero el consenso es claro: han contribuido de forma notable a mejorar la seguridad de los coches vendidos en Europa.

20 años de evolución en seguridad en un escalofriante choque frontal

Para poner de relieve cómo ha mejorado la seguridad de los coches en 20 años, Euro NCAP ha estrellado frontalmente un Rover 100 contra un Honda Jazz de última generación. Quizá han hecho algo de trampa: el Rover 100 obtuvo sólo una estrella en su prueba de choque en el año 1997, y es considerado uno de los coches más inseguros de las últimas décadas. No nos extraña, ya que su diseño – sin apenas cambios, más allá de un airbag – estaba basado en el Austin Mini Maestro, lanzado a principios de los años 80.

Al impactar contra la barrera, el pilar A del Rover 100 absorbe la fuerza del golpe, doblándose como si estuviera hecho de plastilina.

Como anécdota curiosa, mis padres tuvieron un Rover 114 durante los años 90, y en él hice no pocos viajes. Menos mal que nunca tuvimos ningún susto, porque no habría terminado bien. En el crash-test Euro NCAP ha usado el método habitual: un impacto frontal a 64 km/h contra una barrera deformable, en uno de los lados del vehículo. El Honda Jazz pasa la prueba sin problemas: el habitáculo no se deforma lo más mínimo, y tanto los sistemas de retención como los airbag se aseguran que los pasajeros no sufren daño alguno.

Mientras tanto, el habitáculo del Rover 100 se deforma hasta extremos grotescos. Al impactar contra la barrera, el pilar A absorbe la fuerza del golpe, doblándose como si estuviera hecho de plastilina. La presencia del airbag es testimonial, ya que la columna de la dirección golpea la cabeza del dummy, mientras su cuerpo queda atrapado en un horrible amasijo de metal y plástico. Sobra decirlo, una persona habría tenido muy pocas posibilidades de supervivencia en ese choque. Se me pone mal cuerpo con sólo ver el vídeo.

Por fortuna, hoy en día tenemos el doble de posibilidades de sobrevivir en un accidente de tráfico, en comparación con el año 1997. Esta es la prueba fehaciente de ello.

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Sergio Álvarez

Aunque es técnico en comercio internacional de formación, los coches han sido su pasión (incluso obsesión) desde que apenas levantaba un metro del suelo y sus padres le regalaron un Ferrari rojo a pedales. Su afición se ha profesionalizado en Diariomotor, donde está presente desde 2008. Seguir leyendo...

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