Hay un motivo por el que nuestros coches no están construidos de bloques de LEGO. Más bien hay decenas de motivos, pero uno de ellos es nuestra seguridad en caso de un accidente. A modo de ejercicio profesional – o mejor dicho, de broma muy instructiva – el organismo alemán ADAC ha organizado un crash-test del fantástico modelo vendido por LEGO del Porsche 911 GT3 RS. Un kit de LEGO Technic con un precio de en torno a los 300 euros, más de 2.700 piezas y una asombrosa atención al detalle. ¿Qué ocurre cuando este coche choca contra una barrera deformable – también a escala – a 50 km/h?
ADAC ha realizado la prueba de choque como si de un coche real se tratase, usando las mismas instalaciones que usan para realizar crash-test homologados para EuroNCAP. Se ha usado uno de los «trineos» de arrastre de los coches, con un adaptador para un juguete mucho más pequeño y ligero. Tras acelerarlo a unos 50 km/h, dejaron que impactase – con la superposición habitual del 40% – contra una barrera deformable. En el vídeo que recogemos a continuación se puede comprobar la escabechina con todo lujo de detalles. Las piezas saltan por los aires como si el coche hubiese sido dinamitado.
El impacto es espectacular y toda una golosina visual para los que siempre nos hemos preguntado qué ocurriría en una situación así – pero no lo hemos comprobado personalmente. Los técnicos e ingenieros de ADAC introdujeron una cámara de pequeñas dimensiones en el coche, para grabarlo desde el punto de vista de la figurita de turno. Tras el coche y la recogida de todas las piezas – con escoba, como no podía ser de otra manera – procedieron a analizar los resultados del impacto, y descubrieron que el resultado del choque fue mucho mejor de lo esperado, con puntos de comparación con la realidad.
Por ejemplo, el chasis del Porsche 911 GT3 RS de LEGO se mantuvo prácticamente intacto, y al desmontarse de forma violenta, las piezas del frontal absorbieron buena parte de la fuerza del impacto. Curiosamente, apenas encontraron piezas rotas tras el violento choque controlado, la mayor parte de piezas simplemente se habían desmontado. Por tanto, esperamos que tras el impacto algún afortunado trabajador de ADAC se lo haya llevado a casa para poco a poco, ir reconstruyéndolo. Lo que me queda claro es que en caso de un accidente real, prefiero que mi coche se deforme de forma controlada, antes de desarmarse en mil trozos.
