Hace unos días, smart presentó en sociedad su último lanzamiento. Se llama smart #5, y no solo es un SUV 100% eléctrico. Es, con mucha diferencia, el coche más grande de su historia. Con una longitud de 4,70 metros y una batalla de exactamente 2,90 metros, es un SUV mediano de dimensiones generosas. Es, de hecho, casi tan largo como un Skoda Kodiaq. Sus dimensiones nos hicieron reflexionar, y planternos una curiosa duda: ¿cuántos smart originales podrías aparcar en el espacio que ocupa el nuevo smart #5?
smart fortwo, o cuando lo pequeño aun era rentable
El smart original fue una joint-venture entre Daimler y el fabricante de relojes Swatch. Tras varios prototipos y un acercamiento corporativo, vio la luz del día en el lejano año 1998. El primer smart fortwo era un coche muy pequeño. Era un biplaza estricto que medía exactamente 2,50 metros de largo, pero con todo, prometía ser tan seguro como cualquier otro coche – su célula de seguridad probó su efectividad en múltiples ocasiones – así como gozar de un buen espacio de carga. Era considerablemente más pequeño que el Mini original.
Smart smart EQ fortwo
Una de las peculiaridades del smart fortwo era que estaba diseñado para ser aparcado en batería en los huecos reservados a aparcamiento en línea. Su escasa longitud permitía que no sobresaliese, abriendo un mundo de posibilidades urbanas a sus propietarios: con una anchura de exactamente 1,50 metros, era posible aparcarlo en prácticamente cualquier sitio. En el espacio que ocuparía un smart #5 aparcado en línea, apenas podríamos aparcar dos smart fortwo seguidos. Si los aparcásemos de esta forma, podríamos aparcar tres smart fortwo en 4,50 metros.
Tres coches en el espacio de un único coche. Seis viajeros frente a un máximo de cinco. Es un simple ejercicio que nos lleva a otros tiempos, y que evidencia no solo lo mucho que ha cambiado smart como marca… si no lo radicalmente que ha cambiado el mercado de coches nuevos. Los coches urbanos ya no son rentables – su nivel de equipamiento, seguridad y sistemas anticontaminación ha disparado su precio, equiparándolo a segmentos superiores. Además, los gustos del cliente se han trasladado en masa a los SUV y crossover.
El movimiento de smart, en verdad, ha sido muy inteligente. No solo por trasladar su producción a China, empleando plataformas y mecánicas de origen Geely, si no por optar por un segmento con mayor margen de beneficio… y que favorece a los actuales gustos del cliente. No les podemos culpar de querer ser rentables.
Fotos del smart #5