España ha de caminar hacia un panorama en el que la movilidad esté libre de emisiones de CO2. Esa es precisamente la razón por la cual la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que tanto ha dado de qué hablar en las últimas semanas, podría incluir la posibilidad de que en 2040 ya no se vendan coches nuevos con motor de combustión interna, y en 2050 se prohiba su circulación. Irónicamente, la crisis del diésel está provocando el efecto contrario, que se disparen las emisiones de CO2 de los coches matriculados en España.
Menos diésel, más emisiones de CO2
La media de emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los coches – turismos y todoterrenos – matriculados en España entre enero y noviembre se habría situado ya en 116,73 gramos, según un estudio de MSI, del que se hacía eco Europa Press.
Eso significa que las emisiones medias de los coches nuevos registrados en lo que llevamos de año se han incrementado un 1,82% interanual, si lo comparamos con el mismo periodo de 2017.
Las ventas de diésel seguirán cayendo en 2019
Según FACONAUTO, el aumento de las emisiones de CO2 se debe, sobre todo, al retroceso de la cuota de los diésel. Los diésel han sido puestos en tela de juicio en los últimos años por sus elevadas emisiones de NOx, que son las que más problemas están generando en grandes ciudades como Madrid, aunque estas se han reducido drásticamente en los diésel más modernos. Por contra, la alternativa que están valorando muchos clientes al diésel en estos momentos, que es la gasolina, emite una mayor cantidad de CO2 que, si bien es cierto no genera a corto plazo los problemas en las urbes que los NOx, sí está relacionado con el efecto del calentamiento global.
El problema que ha de afrontar ahora la industria, y nuestros gobernantes, es que la caída de los diésel parece no haber finalizado. La consultora MSI precisamente estima que los diésel seguirán perdiendo cuota y que en 2019 podrían retroceder otro 7%.
El desplome de los diésel no es el único culpable del aumento de las emisiones de CO2 medias de los coches nuevos registrados en España, aunque basta echar un vistazo a las cifras de matriculaciones para entender que sí es el principal responsable. Otros factores, como el aumento de la cuota de coches que, como los SUV, emiten de media más CO2 que otros turismos con motores equivalentes, también están contribuyendo a ese incremento de las emisiones que solo podrá paliarse si vehículos como los coches eléctricos, que no emiten CO2 localmente, aumentan sus ventas significativamente. Algo que, por otro lado, no parece que vaya a suceder en el corto plazo.