En cierto sentido, era evidente que se iba a hablar de estos términos de crisis con todos los problemas que, en realidad, vienen de China, pero no tanto por la oleada de fabricantes procedentes de allí, sino por los efectos a nivel económico que sigue teniendo la pandemia. Incluso los líderes en Europa están tratando de hacer todo lo posible para salvar puestos de trabajo, negociando a marchas forzadas con sus trabajadores.
Volkswagen habla de crisis en el sector y propone un recorte de salarios del 10%
Los resultados financieros del tercer cuatrimestre de 2024 para Volkswagen han supuesto un aviso antes de enviar un mensaje a los sindicatos. Parece casi irremediable que, si quieren que haya alguna posibilidad de que no se cierren varias plantas en Alemania, será necesario que se acepte un recorte de salarios del 10%, rechazando por completo la idea de una subida del 7% que exigían los sindicatos (Automotive News Europe).
La cúpula del grupo considera que se deben tomar una serie de medidas para evitar el cierre de fábricas y mantenerse competitivos en el mercado al mismo tiempo. Entre esas medidas están la jornada laboral de 35 horas semanales, eliminar la protección para empleados anteriores a 2005, así como los bonus por aniversario y la bonificación de 170 € mensuales.
«Creemos que esta serie de medidas es fundamental si Volkswagen quiere seguir siendo competitiva y asegurar puestos de empleo a largo plazo», afirma Arne Meiswinkel, máximo responsable de las negociaciones de Volkswagen. «Si seguimos a este ritmo, no podremos financiar nuestro futuro. A la vista de esta situación, no podemos aceptar las exigencias de IG Metall de restituir los acuerdos colectivos», añadió.
Estos acuerdos colectivos hacen referencia al acuerdo colectivo de blindar los puestos de trabajo que estaba en vigor desde 1994, el cual se ha dado por terminado para el 31 de diciembre – pese a que los sindicatos quieren recuperarlo tal y como estaba, sin ninguna modificación. Volkswagen también quiere aplicar un soporte Tarif Plus, que incluiría bonificaciones y coche de empresa para quienes se acogieran, además de ofrecer 1.400 puestos de formación para gente en prácticas cada año y trabajadores temporales para picos de producción.
Evidencia de la crisis
Y es que, por desgracia, la realidad del sector – ni la de la economía, hablando a nivel mundial – no tiene nada que ver con la que era en la década de los noventa o principios del nuevo siglo. No hay tanto dinero en el sector, ni los costes de producción ni de los trabajadores son los mismos. Realmente, nada ha sido igual no ya desde la pandemia, sino desde la crisis económica mundial fruto de la caída de Lehman Brothers y su brutal efecto dominó.
En esta situación donde tratan de solventar la viabilidad económica de Volkswagen para mantenerse al frente de la industria, ya se habla abiertamente de crisis. De hecho, la posibilidad de que se cierren fábricas en Alemania, donde cuentan con 300.000 empleados, sigue sobre la mesa (Reuters). Una situación agravada por los cada vez más elevados costes de producción – aún con estos recortes, Volkswagen considera que sus condiciones laborales serían de las más atractivas en la industria.
La próxima ronda de negociaciones entre Volkswagen y el sindicato IG Metall tendrá lugar el 21 de noviembre. En esa semana han de llegar sí o sí a un acuerdo para salvaguardar el futuro de los trabajadores de una manera sostenible para que Volkswagen siga funcionando como fabricante, incluyendo investigación y desarrollo. Si no hubiera acuerdo para el 30 de noviembre, Volkswagen avisa de que habrá ‘acción industrial‘, temiéndose el cierre de empresas con miles de trabajadores acabando en la calle.
No es casualidad que Volkswagen mencione esta fecha. Los sindicatos ya habían señalado en ocasiones anteriores que planeaban huelgas generales para diciembre de no aceptarse sus condiciones, unas condiciones que Volkswagen ya ha admitido que no puede aceptar sin comprometer su viabilidad a largo plazo (Reuters). Es por eso vital que tanto la empresa como sindicatos encuentren una línea común o, de lo contrario, la situación se puede agravar – y en la industria estos hechos no están aislados, sino que se producen en cadena.
