Una de las mayores preocupaciones de los escépticos del coche eléctrico es el tiempo invertido en su carga, especialmente si hablamos de largos viajes por carretera. Es una preocupación real, ya que estamos acostumbrados a que una parada para repostar combustible apenas demore unos pocos minutos, visita al señor Roca incluida. Se habla de que un coche eléctrico añade horas de tiempo a viajes relativamente ágiles y expeditivos. Sin embargo, Wayne Gerdes ha cruzado Estados Unidos de costa a costa, invirtiendo poco más de dos horas en cargar su coche eléctrico.
Este tiempo ha sido tipificado como Guinness World Record, y ha sido concretamente de dos horas, 26 minutos y 46 segundos. Es un tiempo extremadamente contenido, especialmente si tenemos en cuenta que se midió en el marco de un viaje costa a costa de Estados Unidos: la ruta elegida de Nueva York a Los Angeles por Wayne Gerdes fue de nada menos que 4.561,6 kilómetros. En este récord el «cómo» es realmente importante. Para empezar, fue llevado a cabo en un Porsche Taycan, equipado con la batería Performance Battery Plus, de 93,4 kWh de capacidad.
Porsche Taycan
Sobre el papel, un coche con una autonomía WLTP de 486 km. Lo realmente interesante no es la autonomía del coche – aunque es algo que influye en el número de veces que debemos parar a cargar – si no su potencia máxima de recarga. Con esa batería, el Porsche Taycan es capaz de alcanzar picos de potencia de recarga de hasta 270 kW. Sabiendo esto, y usando el preacondicionamiento de la batería – desde el propio sistema de infotainmente – Gerdes informó que en su primera carga, la batería pasó del 6% al 82% de carga en sólamente 22 minutos.
Para alcanzar semejantes picos de potencia de carga, Gerdes tuvo que planificar muy concienzudamente su intento de récord, y «repostar electrones» en los cargadores más rápidos que pudo encontrar. Para ello, hizo uso de las apps Plug Share y Electrify America, siendo esta última red una de las más nuevas y punteras del momento, con multitud de cargadores de hasta 350 kW de potencia instalados por todo Estados Unidos. Todo el viaje fue grabado y registrado por GPS, con testigos en cada una de sus recargas, para lograr la validez del récord.