Hoy por hoy nadie duda de que el gasóleo, el combustible con el que repostamos nuestros diésel, va a encarecer su precio. La subida del gasóleo está cada vez más cerca, después de que el Gobierno confirmara su intención de equiparar la fiscalidad de los combustibles, acabar con el beneficio de los diésel, incrementando sus impuestos hasta alcanzar los que asume la gasolina. Una medida que ya no solo responde a las intenciones del Gobierno de Pedro Sánchez por disuadir al comprador de adquirir un diésel, sino sobre todo a una imposición de la Unión Europea. De esta forma, el diésel ha de encarecerse en 9,55 céntimos de euro por litro repostado. Ahora bien, ¿cómo y cuándo subirán los impuestos para los diésel?
Los impuestos del diésel, del gasóleo, subirán en 2019
Según declaraba estos días Reyes Maroto, la Ministra de Industria, Comercio y Turismo, en una entrevista a Europa Press, la subida de los impuestos para los diésel debería comenzar en enero de 2019, y estaría ya reflejada en los nuevos Presupuestos Generales del Estado para 2019.
La subida de los impuestos para los diésel llegará acompañada de otras medidas que el Gobierno aún debe desgranar. De hecho, el Gobierno reconoce estar trabajando en estos momentos con un borrador, en el que estaría pendiente definir cómo se producirá la subida de un carburante que, en principio, evitarán que perjudique a los profesionales.
¿Cómo se producirá la subida de los impuestos al diésel?
Según ha expresado Reyes Maroto, y también diferentes instancias del Gobierno, en las últimas semanas, la subida de los impuestos al diésel, hasta equipararse con los de la gasolina, se producirá gradualmente.
Uno de los escenarios más probables que se ha planteado, y del que incluso se han analizado y estimado cifras de recaudación, alrededor de los 600 millones de euros anuales, es la de la subida gradual prolongada a lo largo de cuatro años. De esta forma, en 2019 asistiríamos a una subida de los impuestos al gasóleo en el entorno de los 2,4 céntimos de euro, por litro repostado. Una subida que se repetiría anualmente, a lo largo de los próximos cuatro años, hasta conseguir que los impuestos asumidos por el gasóleo alcancen los 40,25 céntimos por litro repostado, el impuesto asumido ahora por la gasolina, y muy por encima de los 30,7 céntimos por litro repostado con que está gravado actualmente el gasóleo.