Quién no ha recordado, con añoranza, aquellos días en los que se acababa de comprar un teléfono móvil y podía pasar un día entero hablando por teléfono, escribiendo mensajes, viendo fotos «cuquis» en Instagram y bailes virales en TikTok, sin preocuparse por tener a mano un cargador. Años más tarde, la batería de ese mismo teléfono móvil se ha visto degradada y su autonomía comprometida. Y no tienes más remedio que llevar a mano un cargador, o un powerbank, para no quedarte sin batería.
Analizando la duración y degradación de las baterías de eléctricos
El temor a que la experiencia a la que todos estamos acostumbrados con nuestros teléfonos móviles se reproduzca con un automóvil eléctrico es razonable, y mucho más que un argumento de aquellos que están en contra, o son escépticos para con los vehículos eléctricos. Sobre todo si tenemos en cuenta lo costosa que es la batería de un vehículo eléctrico, hasta el punto en que en averías y, sobre todo, accidentes, pueden ser directamente irreparables.
Ahora bien, ¿cuánto dura la batería de un coche eléctrico? ¿Puede despejarse esta duda mediante un estudio?
¿Cuánto dura la batería de un coche eléctrico?
Las baterías de los coches eléctricos, como sucede con nuestros aparatos electrónicos, se degradan y pierden su capacidad para almacenar energía y, por lo tanto, hacen que la autonomía de un coche eléctrico vaya reduciéndose con el tiempo y el uso.
Sobre la duración y la degradación de las baterías de los coches eléctricos es importante apuntar lo siguiente:
- Es natural que con el paso del tiempo y con el uso, con los kilómetros y los ciclos de carga, las baterías de los coches eléctricos se degraden y se reduzca la autonomía de los vehículos.
- La degradación de la batería también depende de la química de sus celdas y de los sistemas que emplea para la gestión energética y térmica.
- Es importante seguir las recomendaciones del fabricante, que en algunos casos nos pueden proporcionar consejos para el cuidado de la batería como evitar que se descargue por completo, llevar a cabo ciclos de carga cada semana (o cada dos semanas), tratar de realizar cargas completas, etc…
- Las baterías de los coches eléctricos deberían conservar buena parte de su capacidad con el paso de varios años y más de 100.000 kilómetros.
- Los fabricantes suelen garantizar unos umbrales máximos de degradación de las baterías, que son superiores en kilómetros y años a la garantía general de los automóviles. El Tesla Model Y, el eléctrico que suma un mayor volumen de matriculaciones en el momento de elaborar este artículo, goza de una garantía por la que Tesla se compromete a que su coche conserve un mínimo del 70% de la capacidad de la batería en 8 años y 160.000 kilómetros para las versiones de tracción trasera y 192.000 kilómetros para las versiones Gran Autonomía y Performance. En Tesla Model S y Tesla Model X la garantía llega hasta los 240.000 kilómetros.
- Aunque no siempre sea una operación sencilla, las baterías pueden repararse sustituyendo módulos independientes (y no sustituyendo la batería completa).
- En ocasiones, como veremos en este artículo, puede ser necesaria la sustitución completa de la batería, sobre todo cuando su degradación se debe a defectos de diseño o ensamblado.
¿Cuán frecuente es la sustitución de la batería de un eléctrico?
La compañía Recurrent elaboró un estudio, en el que ha empleado un muestreo de 15.000 automóviles eléctricos de su comunidad para tratar de analizar cuán frecuente es la sustitución de una batería en función del modelo, e incluso cuantificar la degradación media – con el paso de los kilómetros – de eléctricos como el Nissan Leaf, el Tesla Model 3, el Tesla Model S, o el BMW i3.
El estudio refleja una gran incidencia de la reparación de baterías en dos modelos, el Hyundai Kona eléctrico y el Chevrolet Bolt. Pero también una aclaración importante, y de suficiente peso para evitar que este sea un argumento para los detractores del eléctrico, las incidencias más notables de reparaciones de baterías se deben a llamadas de revisión emitidas por la marca y, por lo tanto, sustituciones realizadas sin coste alguno para el propietario.
Por otro lado, la mayoría de las sustituciones de baterías, aunque no estuvieran relacionadas con una llamada a revisión, tuvieron lugar durante el período cubierto por la garantía y, de nuevo, sin coste para el propietario. Pensemos que el eléctrico más vendido el pasado año, el Tesla Model 3, tiene su batería cubierta por una garantía que establece conservar el 70% de la capacidad durante 8 años o 160.000 kilómetros (en versión Rear-Wheel Drive) o 192.000 kilómetros (en versiones Gran Autonomía y Performance).
Del estudio podemos extraer algunos datos interesantes que, de nuevo, deberían tranquilizar a los propietarios y futuros propietarios de automóviles:
- La sustitución de baterías es un fenómeno poco común, que en el muestreo de 15.000 automóviles de este estudio afectó – fuera de las grandes llamadas a revisión – al 1,5% de los vehículos
- De nuevo, la gran mayoría de estas sustituciones se realizó en período de garantía
- La degradación de las baterías no es lineal. Las curvas de degradación demostrarían que suele producirse una caída de la capacidad, y por ende la autonomía, al principio, y más tarde la degradación se va produciendo progresivamente y a menor ritmo
¿Son suficientes este tipo de estudios de baterías de eléctricos?
En cualquier caso este estudio revela que, incluso con un muestreo relativamente amplio de 15.000 vehículos, necesitaremos aún más tiempo para que surjan estudios que sean capaces de determinar con mayor precisión si, tal y como dicen algunos fabricantes, un coche eléctrico y sus baterías deberían durar al menos 15 o 20 años.
- Primero, porque la mayoría de los eléctricos analizados – y que se pueden analizar en cualquier estudio – son jóvenes. En este caso, la mayoría de los eléctricos analizados han estado en servicio menos de seis años y casi un 30% fueron matriculados en 2022.
- En el análisis de la fiabilidad de las baterías de diferentes eléctricos tendrá mucho peso la antigüedad de un modelo, frente a otros eléctricos recién llegados al mercado, así como la evolución que ha vivido la tecnología de baterías en estos años y, sobre todo, la gestión de la carga o la temperatura. Estaréis conmigo en que no es lo mismo comparar la batería de un Nissan Leaf de primera generación, que con la de un eléctrico más reciente, como el CUPRA Born.
En cualquier caso, no podemos hacer otra cosa que aplaudir iniciativas como la de este estudio. Y es que este tipo de análisis no solo son valiosos a la hora de comprar un coche nuevo – por las razones anteriormente mencionadas probablemente sean inútiles para tal fin – sino sobre todo para planificar la compra de un coche eléctrico de segunda mano.
Más información: estudio elaborado por Recurrent