Los últimos días hemos venido hablando largo y tendido acerca de un tema que vuelve a estar de actualidad tras las elecciones generales del 28 de abril, el de la subida de impuestos al diésel. Finalizada la que denominamos como la tregua del diésel, que se inició tras la presentación de los Presupuestos Generales fallidos de 2019, y la convocatoria electoral, el Gobierno retoma su hoja de ruta para la industria del automóvil y con ella también vuelven a estar de actualidad medidas como la subida de impuestos al diésel. Ahora bien, ¿cuánto subirá el impuesto del gasóleo?
¿Cuánto subirá el impuesto del gasóleo?
Tal y como constatábamos estos días, con el Programa de Estabilidad de 2019 a 2022 presentado por el Gobierno a la Comisión Europea, la recaudación esperada el año que viene encaja con las estimaciones que se habían hecho anteriormente en previsión de una subida de los impuestos al gasóleo de 3,8 céntimos de euro por litro repostado.
Esta subida se aplicará en el impuesto especial sobre hidrocarburos, de manera que de los 30,7 céntimos de euro por litro repostado que se aplican actualmente, se elevará a 34,5 céntimos de euro por litro repostado en 2020, si el Gobierno actual de Pedro Sánchez reúne los apoyos suficientes para mantenerse en el Gobierno tras la sesión de investidura y, lo que es aún más importante, si consigue que se aprueben sus presupuestos para 2020. El objetivo, a largo plazo, es que esos 34,5 céntimos de euro por litro repostado sigan revisándose anualmente, hasta convertirse en los 40,25 céntimos de euro por litro repostado con que está gravada la gasolina.
La recaudación del impuesto del gasóleo
El Gobierno ha incluido la recaudación de esta medida en su Programa de Estabilidad de 2019 a 2022, en un apartado que han denominado como Fiscalidad Verde, y en el que está previsto un impacto de 670 millones de euros. El Gobierno defiende esta medida de «equiparación progresiva de la fiscalidad del combustible diésel y de la gasolina», por seguir «las recomendaciones internacionales» y sin «un fin recaudatorio per se», más allá de la «protección del medioambiente». Nótense los entrecomillados a la hora de mencionar citas textuales de la explicación que ha dado el Gobierno en este documento para hablar de la revisión de impuestos del gasóleo.
El objetivo de esta medida, por lo tanto, es «desincentivar» el diésel. Pero el documento no especifica si la recaudación se aplicará a algo no menos importante, a incentivar la adquisición de coches menos contaminantes, por ejemplo coches eléctricos. Los últimos planes de ayuda para el coche eléctrico, el Plan Moves en 2019, han destinado 45 millones de euros, repartidos a las Comunidades Autónomas en proporción a los habitantes censados.
En el pasado, con la presentación de los Presupuestos Generales fallidos de 2019, el Gobierno ya apuntó que parte de la recaudación extra que se esperaba aumentando la fiscalidad del gasóleo, parte de esos 670 millones de euros, se emplearían en medidas que incentivasen el coche eléctrico, como ayudas directas a la compra de coche nuevo eléctrico, o la instalación de puntos de recarga públicos. Y aunque el documento, como os decíamos, no lo refleje, de nuevo imaginamos que parte de la recaudación se dedicará a este fin.