CUPRA acaba de poner los puntos sobre las íes con no solo la ampliación de su familia de la mano del nuevo CUPRA Born, su primer modelo 100% eléctrico, sino también con un coche supuestamente premium que es más barato que el Volkswagen ID.3 y cuyo interior está mejor rematado que el del alemán, su talón de Aquiles. Pero no queridos lectores, CUPRA no ha sido la primera marca en jugar a esto de los coches eléctricos, y hoy os lo demostramos con sus rivales más fuertes, directos e interesantes. ¿Se alzará con la corona el Born, un coche eléctrico y pasional? ¡Vamos a descubrirlo!
Volkswagen ID.3
Nadie dijo que los familiares estaban eximidos de verse las caras en el cuadrilátero, y os aseguramos que el CUPRA Born tiene mucha hambre de Volkswagen ID.3, modelo entre la espada y la pared por culpa de la supremacía de su primo español que adquiere gracias a una más atractiva relación calidad-precio.
CUPRA Born
Cierto es que la plataforma y le mecánica en ambos casos es idéntica, pero el diseño más agresivo del CUPRA, su interior de mayor calidad y su puesta a punto, a priori, más picante, lo convierten en un vehículo diferente. Aún así, el eléctrico germano está dispuesto a complacer a sus clientes con un prematuro restyling en el que se mejorarán ciertos detalles pero, ¿lo suficiente como para ser la referencia del segmento?
Nissan Leaf
Nissan puede presumir de haber sido una de las primeras marcas en aventurarse en esto de los coches eléctricos con el Nissan Leaf. La veteranía podría ser una razón de peso para inclinar la balanza a favor del compacto nipón, pero el Born no le pondrá las cosas fáciles.
Uno de sus principales argumentos para posicionarse como la elección eléctrica adecuada es su relación calidad-precio, que se acentúa por cortesía de motores de 150 y 217 CV. ¿El aspecto en el que más flaquea el Nissan Leaf? Una autonomía más bien pobre frente a sus rivales, ofreciendo recorridos de 270 kilómetros y 385 según la batería escogida.
Citroën ë-C4
Citroën ha querido echar más leña al fuego con el Citroën ë-C4, modelo del que tenéis una prueba -y vídeo- recién sacada del horno por cortesía de mi compañero Sergio. La firma de los dos chevrones ha decidido, de momento, abogar por la concepción de versiones eléctricas de sus vehículos de combustión, una jugada tal vez algo endeble frente a la que aplican sus rivales con plataformas modulares gestadas por y para sus coches eléctricos.
Sea como fuere, el ë-C4 juega la baza de ser una buena alternativa para cubrir trayectos estrictamente urbanos de la mano de un motor de 136 CV y una autonomía, según WLTP, de 352 kilómetros, limitándose así a rivalizar con la variante de acceso del CUPRA Born, pero no sin intentar causarle importantes estragos.
BMW i3
Y si vamos a hablar de vehículos eléctricos pioneros no podría faltar en la lista el BMW i3, una de las primeras apuestas en el sector que puso a BMW en boca de todos. Una vez más, podríamos considerar que la experiencia del compacto bávaro en estas arenas movedizas es toda una ventaja, pero no debemos olvidar los estragos que causa el devenir del tiempo y las importantes renovaciones que han experimentado sus rivales.
Tras su apariencia de monovolumen compacto se esconde un elenco de motores interesante por sus prestaciones pero que rápidamente pasan a un segundo plano mermadas por una autonomía más bien escasa. Como punto de acceso BMW ha establecido para el i3 un propulsor de 170 CV con el que es capaz de cubrir el 0 a 100 en 7,3 segundos. Sin embargo, la autonomía es de poco más de 300 kilómetros, mientras que en el S, variante tope de gama con 184 CV, esta se reduce hasta los 280 kilómetros, limitando aún más su uso.