El coche eléctrico quiere copar todo segmento existente -incluso inventar nuevos, aunque eso es otra historia-, y prueba de ellos son vehículos con aspiraciones deportivas tales como el CUPRA Born. Y es que el que estaba destinado a ser el segundo eléctrico de SEAT terminó siendo adoptado en CUPRA con todo lo que ello implica, tal y como una puesta a punto más deportiva. Sin embargo, el fabricante de suspensiones KW ha decidido que es momento de renovarse, o lo que es lo mismo, crear una suspensión inteligente para el CUPRA Born que puede mejorar su autonomía.
El argumento de KW es sencillo: «ya no solo se están empezando a vender más eléctricos que coches diésel, sino que son muchos los que apuestan por tunearlos, y ahí tenemos que estar nosotros.» Esta premisa ha servido para que uno de los más famosos fabricantes de suspensiones ofrezca dos modelos para el eléctrico español, la KW DDC Plug&Play y la KW Variant 3.
El CUPRA Born se hace más deportivo por cortesía de KW
CUPRA Born
Al fin de cuentas los coches eléctricos tienen un sistema de suspensión como cualquier otro vehículo, por lo que no están exentos de sufrir modificaciones en dicho aspecto. De esta manera los propietarios de un CUPRA Born que quieran extra de picante pueden optar entre dos sistemas de suspensiones capaces de bajar la altura del coche entre 20 y 45 milímetros.
El primero de ellos, la KW DDC Plug&Play, presume de ser inteligente y apoyarse en el sistema DDC que ya ofrece CUPRA en opción para el Born. Esta suspensión puede ajustar la dureza de los amortiguadores en tiempo real teniendo en cuenta aceleración, frenadas, giros e incluso estilo de conducción, pudiendo convertir al eléctrico español en un vehículo más firme y deportivo o enfatizar el fino y cómodo rodar de los eléctricos.
De esta manera KW va un paso más allá que CUPRA con su sistema de control del chasis, el cual regula la firmeza según el modo de conducción o los parámetros que el conductor haya elegido para el modo personalizado. Las señales que trasladan ruedas y volantes a la ECU del Born son transmitidas de manera inmediata a la suspensión, pudiendo calibrar así la firmeza de los amortiguadores según las circunstancias de conducción.
Pero el fabricante alemán no solo asegura una mejora en comportamiento, sino también en autonomía. Y es que esta suspensión garantiza un aumento de un 7% sobre la autonomía real del CUPRA Born, siendo mejorada gracias a una aerodinámica más precisa y a ese comportamiento inteligente va al compás de otros aspectos que también influyen en la autonomía del coche.
No obstante, existe otra opción por parte de KW para aquellos clientes que no hayan optado por el sistema DCC para el CUPRA Born. Y es ahí donde entra en juego la bautizada como KW Variant 3, cuya principal diferencia respecto al otro modelo radica en que aquí no existe ajuste automático ni lectura alguna, pero si la posibilidad de regular manualmente tanto la comprensión como el rebote.
¿Qué conseguimos con esto? Buscar el punto adecuado para el Born según nuestros gustos y necesidades, pudiendo hacerlo más duro y eficaz o algo más blando y cómodo. A su vez, y por mucho que los petrolheads más adeptos se lleven las manos a la cabeza, regularla para entrar en circuito.
Y aunque de momento CUPRA no haya apostado por una variante VZ más radical para el Born, contamos con un tope de gama sumamente interesante. Con 231 CV y 310 Nm de par, el eléctrico español puede ser considerado como un hot hatchback, no de los más potentes pero sí con ciertas licencias para entrar en el sector. Estas se trasladan al asfalto con un 0 a 100 en 7 segundos y una velocidad punta de 160 km/h.
Si a ello le sumamos una puesta a punto ciertamente picante, un protagonismo del eje posterior no habitual en otros modelos eléctricos del Grupo Volkswagen y la posibilidad de hacerlo más duro y radical de la mano de KW, podemos encontrarnos con un resultado que sorprende. Las modificaciones en los coches eléctricos solo han hecho nada más que empezar, quien sabe dónde estarán sus límites a la hora de seguir explotándolos.