Es posible que no pienses habitualmente en coches como el Daewoo Matiz, incluso siendo un obseso de los coches como un servidor. Te entiendo. No era un coche apasionante, no era un coche de calidad y no era un coche deportivo. Era un sencillísimo urbano de 0,8 litros y 51 CV de potencia, diseñado para ser lo más frugal y racional posible. Sin embargo, la maravillosa cultura del motor de Reino Unido ha permitido la existencia de un Daewoo Matiz V6 con el que jamás volverás a mirar a esta extinta marca coreana de la misma forma.
Este Daewoo Matiz es la definición de «sleeper»
Sí, el Daewoo Matiz que protagoniza este artículo monta un motor V6 y es un verdadero sleeper. En vez de su anémico cuatro cilindros original, este minúsculo urbano de 3,49 metros de largo esconde bajo su capó el V6 de 3,2 litros de un Opel Vectra D, que en su momento desarrollaba 211 CV de potencia. Encajar – no hay otro adjetivo mejor – este propulsor en el minúsculo vano motor del Matiz ha sido un gran reto. Ha exigido inclinar el motor en el ángulo adecuado, crear nuevos anclajes para el motor e incluso un colector de admisión de nueva factura. Sorprendentemente, han logrado mantener la posición del filtro de aire original.
El resultado final es tan bueno y está tan bien ejecutado que parece una obra de serie. De hecho, como la segunda bancada del motor no se ve, parece que estuviéramos ante un motor de tres cilindros. A este motor se unen las llantas de 18 pulgadas de un Porsche 911, que llenan al completo los pasos de rueda del urbano, calzadas con neumáticos de bajísimo perfil. El hueco que dejan los neumáticos en el paso de rueda, eso sí, es enorme en comparación con el ajuste milimétrico del equipo de frenado, procedente de un Ford Focus RS.
Lo mejor de este sleeper es que su interior está completamente de serie, y en movimiento, nadie espera que este coche cuadriplique su potencia original. La filosofía de este proyecto no sigue una lógica racional, es más bien la respuesta a la pregunta «¿y por qué no?». En el vídeo que recogemos sobre estas líneas podéis contemplar un análisis del coche, así como su hilarante experiencia de conducción. Con un peso que no llegará a los 900 kilos y más de 200 CV de potencia, el coche pierde rueda en segunda marcha, en movimiento.
Deberían existir más proyectos como este.
