Las arcas de Daimler, empresa matriz de Mercedes-Benz, aún siguen resintiéndose a consecuencias de un dieselgate que consiguió esquivar, en cierta medida, la opinión pública ocultándose en el aún mayor del Grupo Volkswagen, pero que no logra huir de los tribunales, ascendiendo la última factura a casi 2.000 millones de euros según ha comunicado el consorcio alemán. A ese gasto posiblemente se le una otro por el uso indebido de patentes procedentes de la finlandesa Nokia, por lo que el balance económico de este 2020 no pasará a su historia como el mejor de todos (no olvidemos la actual crisis del COVID-19).
Principio de acuerdo en EE.UU. por el dieselgate: 2.000 millones de euros
Daimler emitía un comunicado el pasado 13 de agosto en el que anunciaba un principio de acuerdo con la autoridades estadounidenses debido al fraude en las emisiones de sus motores diésel. Recordemos que esos propulsores contaban con un software capaz de detectar cuando el coche estaba siendo sometido a una prueba de emisiones y modificar el funcionamiento del propulsor, entrando en un llamado «modo limpio», para una vez superada la prueba cambiar los parámetros de combustión en pos de unas mejores prestaciones y consumos en detrimento de dichas emisiones.
Según ese comunicado, se prevé que el coste del dieselgate solo en Estados Unidos sea de unos 2.000 millones de euros, de los cuales 592 millones corresponden al pago de la demanda colectiva y 1.270 millones en concepto de sanciones. A ello se le suman otros 870 millones de euros que la fiscalía de Stuttgart condenó a pagar a Daimler el pasado mes de septiembre, y que desde el consorcio alemán no tienen intención de recurrir para evitar largos litigios en los tribunales, y posiblemente una sanción mayor.
Lo cierto es que es bastante complicado calcular el coste total y real del fraude de las emisiones, pero datos como una caída en bolsa de casi un 40 % en los dos últimos años, según fuentes de El Independiente, o que las ganancias de 5.600 millones antes de impuestos en 2019 representen aproximadamente la mitad de las obtenidas un año antes, no son noticias muy alentadoras. Así pues, y según contaba Deutsche Welle a principios de año, la junta pretende implantar un plan de reajuste que le permita ahorrar 1.400 millones en 2022 y que pasa por la destrucción de 10.000 puestos de trabajo.
Nokia y sus patentes en materia de telecomunicaciones
El siguiente gran frente judicial de Daimler nos lo encontramos en el uso de patentes de Nokia, aunque es cierto que la repercusión económica del mismo será casi despreciable en comparación con el anterior. Según informan desde Europa Press, el Tribunal Regional de Mannheim ha fallado a favor de la compañía finlandesa, probando que Daimler ha estado utilizando tecnología de Nokia sin su consentimiento y más allá de las licencias otorgadas en cuanto a estándares celulares esenciales (SEP).
En este sentido, el presidente de Nokia, Jenni Lukander, se mostró con un discurso no hostil que llama al entendimiento, al comentar que espera que Daimler acate la sentencia y obre en consecuencia, puesto que juntos pueden ganar más. De hecho, Nokia ya concede sus licencias a los dos grandes consorcios alemanes rivales de Daimler, el Grupo Volkswagen y el Grupo BMW. Así pues, no es de extrañar que ambas compañías lleguen a un acuerdo en él que Daimler se comprometa a pagar y usar la tecnología de Nokia en adelante, y ésta no reclame ningún tipo de indemnización.
Fuentes: Europa Press | El Independiente | Deutsche Welle
