El escándalo de los motores trucados del Grupo Volkswagen sigue destapando casos paralelos como el que nos ocupa. Daimler anuncia la llamada a revisión de 980.000 coches en toda Europa por el supuesto uso de un dispositivo que permite alterar sus emisiones. Se trata de una llamada a revisión que afecta a un total de 24 modelos diferentes de Mercedes-Benz, algunos modelos a la venta y otros ya cesados, pero contemplando diferentes mecánicas, carrocerías y sistemas de propulsión.
El anuncio de esta llamada a revisión ha salido a la luz a través del medio alemán Spiegel tras hacerse eco del comunicado enviado por la Oficina Federal de Vehículos a Motor (KBA). La KBA ha confirmado que esta llamada a revisión afecta a un total de 24 modelos diferentes de Mercedes-Benz, encontrándose afectadas diferentes motorizaciones y modelos como el Mercedes Clase C, Clase E, Clase S, Clase V, Viano, Sprinter, ML, GLE, GLC, SLK, etc.
Por el momento no se ha aclarado ni el tipo de dispositivo empleado en los motores para conseguir manipular las emisiones, ni la solución que se llevará a cabo para «reparar» todos los coches que estén afectados. A priori todo parece apuntar a un software muy similar al empleado por el Grupo Volkswagen en su particular escándalo de motores trucados, el conocido como Dieselgate. Hablamos por lo tanto de un sistema capaz de reconocer cuándo un vehículo está siendo sometido a un protocolo de homologación de emisiones para así alterar el funcionamiento del propulsor y poder conseguir las mínimas emisiones posibles. El uso de este dispositivo es ilegal pues en condiciones de uso normal estos motores emitirían muchas más emisiones que las que exige la homologación.
A lo largo de los próximos días deberíamos conocer el listado oficial de modelos y motorizaciones afectadas por esta llamada a revisión, la solución planteada por la marca tras aprobación de las autoridades y las repercusiones que acarrearán a Daimler estos hechos. La llamada a revisión ya ha comenzado en Alemania, por lo que pronto debería replicarse en el resto de países europeos que cuentan con coches afectados.