Te voy a hablar de un cacharro conformado por 4 hierros con dos asientos, ruedas de bici, volante y la mitad de frenos a los que estamos acostumbrados. Todo ello coronado por un motor descabellado. El primer motor V8 del que se tienen datos en la historia y con el que se pudo alcanzar los 200km/h hace 120 años. ¡Una locura!
El primer motor V8 fue francés
Los americanos tienen el V8 arraigado en su cultura. Por otro lado, países como Alemania, o Japón también producen sus propias unidades de 8 cilindros en V con bastante refinamiento. No obstante, si nos remontamos en la historia y los datos que tenemos sobre ella, un tipo francés llamado Alexandre Darraq fue el primero que pensó en en unir dos hileras de cilindros a un cigüeñal en común.
Era 1904, cuando cuando este señor utilizó la compañía con su mismo nombre para diseñar un coche sumamente rápido. El motivo de hacer algo así, era lograr prestigio de marca. Consiguieron desarrollar un coche de 100cv gracias a su motor de 11 litros y 4 cilindros en línea. Lograron el récord mundial de velocidad ese mismo año, alcanzando 168,2km/h. Pero claro está, podían hacerlo mucho mejor. Lograron doblar esa potencia y los cilindros.
Darraq 200HP, el coche más potente del mundo durante muchos años
El éxito anterior alentó al equipo de Darraq a superarse. Ahora daba igual que la empresa pasara de manos y que los coches se vendieran o no. Lo importante era aquel proyecto tan apasionante en el que estaban viviendo. Solo mira las fotos de la galería para decidir si este trasto es especial o no.
Paul Ribeyrolles, el mismo que diseñó ese primer Darraq de 100cv, se puso manos a la obra. Para lograr la máxima potencia con el mínimo peso, tuvo la brillante idea de montar 8 cilindros en una configuración en V a 90°. Básicamente, quiso montar dos bloques de 4 cilindros en línea sobre un mismo cárter. Con 25,4 litros (25422cc) logró duplicar la potencia anterior. Sí, un motor con 200cv hace 120 años.
El «monstruo escupellamas» se situó sobre un chasis de acero prensado. Se puso una caja de cambios de un par de velocidades sin diferencial y sin marcha atrás. La palanca se situaba entre las piernas del conductor. Se puso un radiador en V con un depósito de agua con gorma de cohete sobre el motor. Solo tenía frenos en el eje trasero y tras él se ubicaba el depósito de gasolina, que se podía extraer con facilidad para acoplarle el que fuera necesario para la carrera y ahorrar peso.
Todavía era más rápido, pero no pudo escapar de años en la oscuridad
El piloto que logró llegar a los 175km/h con el Darraq se llamaba Victor Hemery. A pesar del hito, este se quejó alegando que el frío lugar donde discurrió la prueba, había afectado negativamente a la carburación. El Darraq 200HP podía ir incluso más rápido que aquello. Unas semanas después lo intentaron en Daytona Beach. Para ese momento, un coche a vapor había conseguido ser el nuevo aparato más rápido del planeta superando los 205km/h.
Pero en esta prueba, el Darraq consiguió batir su propio récord, alcanzando casi 200km/h (197,14km/h). Era el coche impulsado por gasolina más rápido de todos, de eso no había duda. Siguió yendo de competición en competición hasta su última aparición en 1909 en Saltburn. Firmó el mejor tiempo del día y, pasado el mismo, desapareció en el fondo de un garaje. El chasis y el motor pasaron de manos, y comenzó un lento proceso de reconstrucción sobre 1956. Para 1991, se pudieron usar muchas partes de Darraq de producción y otras, como los pistones o el eje trasero, se tuvieron que volver a fabricar usando documentos de hacía casi 90 años.
El Darraq volvió a ser visto por el público en un par de eventos famosos entre 2004 y 2005. Ya en 2006, durante la Retromobile de París, el motor se volvió a arrancar por primera vez desde hacía 97 años. Finalmente, se subastó ese mismo año en Bonhams por 237.873€ y, gracias a ellos, puedes ver sus fotos en este artículo.
Ver esta publicación en Instagram