Hace unos días os traíamos un vídeo con los cinco Porsche más ligeros de la historia, un documento audiovisual donde se congregaban cinco modelos muy especiales en la historia de la marca de Stuttgart: el Porsche 911 Carrera RS 2.7, el 356 SL (el modelo que consiguió la primera victoria para Porsche en Le Mans), el Porsche 718 Formula 2 o el 909 Bergspyder. Todos los anteriores tienen un dilatado pedigrí en competición, pero ninguno será nuestro protagonista hoy; este artículo lo dedicaremos al 906 Carrera 6. En especial a la unidad que hoy luce en el Porsche Museum, una que pisó los circuitos de una forma bastante curiosa.
La historia gira concretamente en torno al chasis número 108, la unidad que hacía aparición en el vídeo de Porsche y la misma que se expone en el Porsche Museum de Stuttgart. Pero antes de entrar en la curiosa anécdota de esta unidad, bien merece la pena repasar su apartado técnico. El Porsche 906 Carrera 6 fue el sucesor del 904, un modelo que no tuvo mucho éxito en competición. El 906 vino a cambiar esa tendencia, y supuso claramente una evolución respecto al modelo precedente.
El 906 Carrera 6 fue un coche de una ingeniería asombrosa en su momento tras cuyo desarrollo se encontraba el mismísimo Ferdinand Piëch (sí, al que años más tarde se le puso entre ceja y ceja crear el Veyron). A diferencia de su antecesor, el 906 fue diseñado en el túnel de viento y ello le supuso una muy buena aerodinámica, con soluciones adelantadas para su época como el fondo plano, y la obligación de montar puertas tipo ala de gaviota. Montaba un motor de seis cilindros bóxer de 1.991 cm³ que rendía 210 CV a 8.000 revoluciones, refrigerado por aire y dispuesto en posición central, y que derivaba del 911 de la época. Contaba, eso sí, con importantes mejoras para alcanzar ese aumento de potencia y para arrancarlo había que girar una llave situada aún a la derecha.
Entre ellas, mayor relación de compresión y mayor número de revoluciones, que se quedan en algo trivial al conocer el que quizá sea el dato más impresionante de este motor: se consiguió rebajar casi 60 kilos el peso del motor del 911 del que derivaba para acabar dejándolo en sólo 127 kg gracias, entre otras cosas, al empleo de titanio en piezas como las bielas y los bulones.
El chasis tubular era de acero, pero gracias a una carrocería fabricada en ligera fibra de vidrio el peso total del 906 se quedaba en 675 kilos. Sólo hay que hacer un sencillo cálculo para darse cuenta de la espectacular relación peso/potencia del Porsche 906 Carrera 6, una baza a la que aún hay que sumar la caja de cambios de cinco velocidades, la suspensión independiente en ambos ejes y los frenos de disco en las cuatro ruedas. El resultado fue un coche ganador que cuenta en su haber con multitud de victorias absolutas y otras tantas en su categoría (en el famoso triplete de Ford en Le Mans, en 1966, las posiciones 4ª, 5ª, 6ª y 7ª fueron a parar a sendos Porsche 906 Carrera 6, que se impusieron en su categoría en el año de su debut).
Dos semanas antes en ese mismo año, el 906 chasis 108 participó en los 1000 kilómetros de Nürburgring. A los mandos del coche iban Jean-Pierre Beltoise y Peter Nöcker, que consiguieron acabar la carrera en el 11º puesto de la clasificación general. Ese mismo chasis volvería al Infierno Verde al año siguiente, en 1967, esta vez con Paul Frère y Rainer Günzler tras el volante. Sin embargo, esta vez su papel sería muy diferente…
En la decoración del Porsche lucían los Mainzelmännchen, unos dibujos animados de la cadena alemana ZDF. No era, ni más ni menos, que una cariñosa publicidad del coche encargado de grabar la carrera. Efectivamente, este Porsche 906 Carrera 6 hizo de coche cámara para documentar la mítica carrera alemana desde la perspectiva del piloto -o al menos lo más parecido posible-, para lo cual llevaba instalada una pesada cámara en el asiento del copiloto. Esa sería la última aparición en competición de este Porsche, tras lo cual pasaría a formar parte de la colección de la propia marca. Años después Porsche lo restauró hasta dejarlo en un estado impoluto y actualmente esta unidad se expone en el Porsche Museum con la decoración de la ZDF, con los Mainzelmännchen y la inscripción ‘TV’. Un guiño a la última actuación de esta unidad; un modelo que, además, fue el último Porsche de carreras matriculable en la historia.
Fuente: Porsche | World Sports Racing Prototypes | Zwischengas | Motorsport Magazine | 8000vueltas | Racing Sports Cars
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