El coche que tenéis en vuestra pantalla es el De Tomaso P72. Es el primer coche de la relanzada marca italiana, una marca de coches deportivos que se hizo famosa en los años 60 y 70, especialmente con aquellos De Tomaso Pantera. Los Pantera eran superdeportivos de motor central, diseño italiano, y propulsor V8 estadounidense. Sin embargo, el P72 no es una reinterpretación moderna del Pantera, sino un De Tomaso P70 del Siglo XXI. El De Tomaso P72 está construido por el mismo equipo que ha diseñado el Apollo Intensa Emozione, por lo que no hay duda alguna sobre su calidad, prestaciones o ejecución. Pasen y vean.
El De Tomaso P70 fue un proyecto de coche de competición llevado a cabo a mediados de los años 70 entre De Tomaso y Carroll Shelby. Aquella especie de Ford GT40 con carrocería italiana – permitidme la licencia histórica – acabó con la relación de Shelby y De Tomaso, y tuvo que ser completado con la ayuda del carrocero italiano Ghia. 60 años después de su fundación, De Tomaso vuelve a lanzar un nuevo coche, con una inyección fresca de capital y ganas de complicar las cosas a fabricantes como McLaren o Pagani. El nuevo De Tomaso P72 es el primer coche de la nueva De Tomaso, y se venderá a 750.000 euros la unidad.
Es un coche de diseño neoclásico, cuya base el chasis monocasco de fibra de carbono del Apollo Intensa Emozione. En cierto modo, me recuerda al precioso Alfa 33 Stradale, a los Shelby Daytona e incluso a prototipos como el McLaren M6 GT. Esto es una asociación que deja en excelente lugar al De Tomaso P72, dicho sea de paso. La entrada de aire de la admisión tiene un diseño espectacular, y la combinación de carrocería de tonos rojos con llantas color cobre no podría ser más acertada. En la zaga, una rejilla deja ver (y respirar) la mecánica, mientras un difusor y un fondo de efecto plano lo pegan al suelo adecuadamente.
Su interior es sencillamente fascinante. Unos preciosos asientos de cuero con tapizado de diamantes son solo el aperitivo de un conjunto increíble. Un conjunto cuya inspiración podría bien haber sido la corriente steampunk. La instrumentación está compuesta por relojes de estilo clásico, tan clásico que los números del cuentavueltas son romanos. No hay consola central con equipo de infotainment, apenas unos pocos botones en el volante y una caja de cambios manual, con su varillaje completamente expuesto. Es una auténtica obra de arte, que nos recuerda claramente al interior de un Pagani Zonda.
En cuanto a su mecánica, no han transcendido detalles al respecto. No obstante, por su sonido al ascender la colina de Goodwood, todo apunta a que podría usar el 6.3 V12 de origen Ferrari del Apollo I.E., una mecánica capaz de desarrollar 780 CV. 780 CV cuyo sonido – que emana por un espectacular escape en posición central-superior – decididamente no suena a motor de ocho cilindros, apartándose de la tradición de motores V8 en De Tomaso.