Desde hace tiempo venimos advirtiendo que el declive del diésel, la caída en las ventas de coches con motor de gasóleo que se está produciendo en los últimos años, amenaza los objetivos de reducción de emisiones de CO2. De hecho, la mejor forma de comprobar las consecuencias de la caída del diésel es contemplar la recaudación de las arcas públicas. La recaudación del impuesto de matriculación se sigue disparando. ¿Pero es la caída de las ventas del diésel la única culpable de este efecto?
El declive del diésel y el impuesto de matriculación
La recaudación del impuesto de matriculación en España fue de 49,23 millones de euros en abril (un 25% más respecto al año anterior). En el primer cuatrimestre del año esa cantidad ascendió a 197,99 millones de euros (un 33,8% más respecto al mismo periodo del año anterior). Todo eso a pesar de que las matriculaciones de coches nuevos han caído respecto al año anterior.
De media, la Agencia Tributaria ha recaudado en lo que llevamos de año 475 euros por cada coche matriculado (un 45% más que el año anterior). Y la media de emisiones de CO2 se ha incrementado en 5 g/km, hasta los 122 g/km de CO2.
¿Es el diésel el único culpable de este efecto?
Efectivamente, no es necesario un análisis demasiado exhaustivo para determinar que la caída de las ventas de diésel están propiciando que las emisiones de CO2 medias de los coches matriculados aumenten y, por ende, la recaudación del impuesto de matriculación, que precisamente depende de esas emisiones. Se están dejando de vender muchos coches con motor diésel, y con unas emisiones de CO2 homologadas inferiores, para vender más coches con motor de gasolina que, si bien es cierto han mejorado notablemente su eficiencia en los últimos años, siguen homologando unas emisiones de CO2 superiores.
También es cierto que otros factores están influyendo en esta tendencia, como el hecho de que en los últimos años los compradores estén comprando cada vez más coches de tipo SUV, que por sus dimensiones, y masa, necesariamente homologan y emiten más CO2 que turismos de su mismo segmento.