Día sí, día también, nos sentimos abrumados por la cantidad de información que recibimos apuntando a un futuro en que los coches circularán solos, en que la mayoría de los vehículos en los que nos moveremos serán meros electrodomésticos, para llevarnos de un punto X a un punto Y. Restricciones por problemas con la contaminación, eficiencia, emisiones, problemas que al final nos llevan a un único punto. Al punto en que los deportivos más pasionales desaparecerán o quedarán restringidos a una porción marginal – muy marginal – del mercado. Y curiosamente nos encontramos con un Salón de Ginebra en el que las prestaciones, los deportivos, y los modelos más pasionales, han tenido un protagonismo que incluso nos atreveríamos a decir ha sido superior al de otros años. Y por si no fuera poco también nos hemos encontrado con buenos ejemplos que nos recuerdan que aún hay esperanza para los deportivos con cambio manual.
El mejor ejemplo de todos lo tenemos en Porsche. Hicieron una apuesta muy atrevida. Con el lanzamiento del Porsche 911 GT3 se lo jugaron todo a una carta, la del cambio PDK. Un cambio excelente, tal vez el mejor del mercado. Un cambio rápido y muy deportivo. Pero estaréis conmigo en que la falta de un cambio manual, por mucho que un porcentaje altísimo de sus clientes fueran a escoger un PDK, nos había dejado huérfanos. Tras mucho tiempo esperándolo, y encontrándonos durante la tensa espera con deportivos tan atractivos como un Porsche 911 R con corazón de GT3 y cambio manual, que servirían principalmente para dar vida a la especulación, el Porsche 911 GT3 finalmente contará con un cambio manual de seis relaciones, como alternativa al PDK que se ofrecía hasta la fecha.
Más información sobre el Porsche 911 GT3 991.2.
También se había especulado mucho, demasiado, acerca de lo que podría suceder con el nuevo Honda Civic Type-R. Y finalmente nos encontramos con que su concepto permanece inalterado: motor de cuatro cilindros, tracción delantera y, congratulémonos, cambio manual.
Más información sobre el nuevo Honda Civic Type-R 2017.
Entre los ejemplos más emocionantes, el de RUF, que ha rememorado al clásico «Yellow Bird» con una reinterpretación que, lejos de ser una preparación de un Porsche 911, o una reedición de un clásico, es un deportivo moderno, avanzado y competente, con el aspecto de un clásico. RUF no solo ha recurrido a la imagen del «Yellow Bird», a un motor bóxer de seis cilindros twin-turbo y un monocasco de fibra de carbono, sino también a un cambio manual.
Nos alegra la iniciativa de RUF, aunque estemos hablando de un deportivo muy exclusivo y limitado. Pero tampoco podemos dejar de imaginar si el futuro que le esperan a los deportivos más pasionales sea este, el de tiradas muy limitadas y caras a las que apenas podrán acceder unos privilegiados.
Más información del nuevo RUF CTR «Yellow Bird».
Sin resultarnos demasiado sorprendente, más pesimista nos parece el caso del Alpine A110. La filial de Renault no solo ha reinterpretado un clásico, sino que ha creado uno de los deportivos más pasionales del mercado. Con solo 1.080 kilogramos y 255 CV de potencia estamos ante una auténtica bestia. Que también hubiera podido ser el candidato perfecto para contar con un cambio manual, con recorridos muy cortos, preciso, y con un buen tacto. En su lugar, Renault ha optado por una opción que seguro es excelente, un cambio de doble embrague desarrollado específicamente por Getrag.
Pero una vez más es una lástima que no esté disponible con cambio manual. Y los que hayáis conducido un Porsche Boxster o un Porsche Cayman con cambio manual sabréis por qué lo digo.
Más información del nuevo Alpine A110.
Otro ejemplo notable, y pesimista, lo encontramos en los RS de Audi. Imaginar un cambio manual en el nuevo Audi RS5 Coupé hubiera sido ser excesivamente optimistas. Pero apostar por un cambio manual en el Audi RS3 Sportback no hubiera sido para nada descabellado. En su lugar, el RS3 seguirá estando disponible únicamente con cambio S tronic de siete relaciones.
Esa sería una de las razones por las cuales mi compañero Sergio – y sé de buena tinta que más de un compañero del equipo de Diariomotor pensamos como él – nos esgrimía que prefería un Audi S3 a un Audi RS3 Sportback.
Más información del nuevo Audi RS3 Sportback.
Mientras la abolición de los cambios manuales sigue extendiéndose por segmentos cada vez más humildes, como el de los pequeños GTI (véase el ejemplo del Renault Clio RS), también hemos de congratularnos porque productos como el nuevo Ford Fiesta ST – aún con sus tres cilindros – siga manteniendo el cambio manual.
Más información del nuevo Ford Fiesta ST.
El Toyota Yaris GRMN, que además ha apostado por una solución alternativa y muy interesante, como es el uso de un compresor volumétrico en lugar del turbo, también apostará por el cambio manual.
Más información del nuevo Toyota Yaris GRMN.