El IVA es uno de los impuestos más importantes y relevantes de nuestro país, siendo una de las principales fuentes de recaudación dentro del «universo» que supone la industria del automóvil en España. Sin embargo, en ocasiones hay quienes se lo intentan ahorrar, una operación que a veces «se va de las manos»: que se lo digan a la Guardia Civil, que ha desarticulado una banda criminal que ha estafado hasta 7 millones de euros en concepto de IVA con la compraventa de supercoches usados.
La noticia saltaba hace apenas unas horas: la Guardia Civil, a través de su perfil de Twitter, anunciaba la desarticulación con la operación DROSIPAN-TERMINO de una banda organizada que supuestamente habría conseguido defraudar más de ¡7 millones! de euros en concepto de IVA con operaciones de compraventa de vehículos usados de alta gama.
Con ocho personas detenidas (entre ellos el cabecilla de la organización) y seis registros simultáneos en Albacete, Valencia, Pontevedra y Almería, se han intervenido también 15 vehículos valorados en un millón y medio de euros. Y es que la estructura parecía estar muy bien creada, con un entramado de empresas ficticias y sociedades instrumentales que se encargaban de «lavar» el IVA.
7 millones de euros defraudados por las “Truchas introductoras”
Las imágenes facilitadas por la Guardia Civil hablan por si solas: la organización «movía» vehículos de muy alta gama -aparecen algún McLaren, un Porsche 911 GT2 RS, un Rolls-Royce Wraith Coupé…- que eran adquiridos por sociedades calificadas como «Truchas introductoras», que se encargaban de adquirir vehículos ya matriculados en sus países de origen para su posterior venta en nuestro país. Al tratarse de adquisiciones intracomunitarias de bienes en régimen general de IVA, las sociedades españolas obtenían los vehículos exentos de IVA.
Una vez adquiridos, éstos vehículos se vendían en nuestro país a distribuidoras españolas de la misma trama pero no abonaban el IVA correspondiente a operaciones dentro del propio territorio español pese a que éste sí figuraba en las facturas de venta a las mencionadas distribuidoras, que sí se deducían el IVA que en realidad no habían llegado a pagar.
Según la Guardia Civil, se llegaba incluso a utilizar en ocasiones a personas físicas como testaferros con los que dificultar aún más el seguimiento de estas operaciones fraudulentas, un seguimiento que la Guardia Civil y la Agencia Tributaria han tenido que llevar a cabo durante meses. La Guardia Civil da por desarticulada de manera completa esta organización, que ha supuesto un importante «agujero» para las arcas públicas.