Hay que reconocerlo. Soy el primer fan de este tipo de vídeos. Vídeos en los que algún experto en detallado nos muestra la transformación de un coche abandonado o parado durante años y años. Una transformación que suele culminar con un impresionante resultado final, para algarabía de la audiencia. En este caso también vas a asistir a una transformación, si cabe aún más increíble. Vas a asistir a la vuelta a la vida del coche mas sucio que posiblemente – no, con toda seguridad – hayas visto en tu vida. El que no lo crea, que vea el vídeo que hay después del salto.
Se trata de un vídeo grabado por un youtuber canadiense, The Detail Geek, que se gana la vida haciendo detallados. El coche en cuestión es un KIA Sedona del año 2018, un monovolumen de grandes dimensiones que reemplazó al KIA Carnival hace ya años. Por tanto, estamos hablando de un coche de unos dos años. Y es un detalle relevante, porque parece increíble que se pueda acumular tanta mierda – con perdón por la expresión – en solamente dos años. Ni un solo centímetro del interior está ausente de suciedad. Ni un solo centímetro.
Restos de comida, patatas fritas, envoltorioss de hamburguesas, bolsitas de salsa, manchas de bebidas, manchas de yogur… todas las manchas que quieras imaginar, están en el interior de este KIA. Parece increíble que alguien siquiera pudiera soportar el olor que los restos de comida de ese interior debían desprender. Parece casi imposible que alguien no decidiera aspirarlo, por muy dejado que fuera. A su lado, el exterior sin lavar y lleno de restos de tierra parece un lugar inmaculado. Sin más dilación, contempla el increíble trabajo de transformación.
Parece mentira cómo el coche fue devuelto a su esplendor original. Un trabajo de 18 horas en el que se ha tenido que recurrir a todo tipo de herramientas de limpieza, desde vaporetas a cepillos colocados en un taladro a baterías, sin hablar de la cantidad de productos de limpieza usados. No hay nada que no se pueda limpiar, como habéis visto, pero a veces pienso que es más sencillo cuidar y mantener poco a poco nuestras posesiones, que invertir semejante cantidad de esfuerzo y dinero en solucionar un problema que se nos ha ido de las manos.