Los chicos de AMMO NYC son un equipo de detallado profesional, por cuyas manos pasan clásicos, superdeportivos y carísimos coches de competición. Son profesionales de referencia en EE.UU., cuna del detallado profesional. Su canal de YouTube es una verdadera enciclopedia para los amantes del detallado y la limpieza de los coches. Sus trabajos son de lo más variado, desde devolverle la gloria a un Ferrari F40 a aplicar un tratamiento de miles de dólares a un McLaren 650S. No obstante, en ocasiones su mejor trabajo es la limpieza de un coche clásico que no ha visto la luz del día en casi cuatro décadas.
Es uno de esos casos que solo puede ocurrir en Estados Unidos. En esta ocasión su cliente es un tal David S., cuyo padre es un doctor. Este doctor, que actualmente tiene 83 años y que aún trabaja a diario, trabaja en el Bronx y todos los días viaja desde los suburbios de la ciudad hasta el Bronx. Cuando comenzó a trabajar en el Bronx encadenó varios coches de producción estadounidense, hasta que se hizo con un precioso Mercedes 280 SL «Pagoda». Un clásico adquirido en 1972, y que en estos momentos es un coche cotizado en el mercado clásico. Es fácil entenderlo al ver su elegante diseño y perfectas proporciones.
El padre de David usó el coche durante años, yendo y viniendo del Bronx a diario sin problema alguno. Cuando el coche superó las 100.000 millas, por motivos que en el vídeo no se explican, fue aparcado en el garaje de la casa familiar desde el año 1982. Nunca más volvió a moverse desde entonces. 37 años después, David quiere restaurar el coche al completo para que se convierta en un legado intergeneracional de familia. Pero antes quiere sorprender a su padre, enseñándole su coche – que no ha visto en años y años – completamente limpio. Un regalo visual que evocará en su memoria grandes recuerdos.
El coche estaba realmente sucio, tras años parado. La carrocería estaba sucia, pero entera. Ahora bien, el interior se había convertido en un nido para roedores y estaba lleno de moho, por lo que el equipo de detallado tuvo que vestir protección contra agentes biológicos. El proceso de limpieza es complejo y exige una aproximación sensata, para no dañar una pintura ajada y con muchos años encima. El interior fue descontaminado con un jabón especial, vaporetas y una mezcla de agua y vinagre – una solución casera tan rudimentaria como efectiva contra el moho y los residuos orgánicos.
Un pulido de la carrocería y los cromados, así como una limpieza intensiva con cepillos y brochas acaba con un resultado impresionante. Con todo, es una limpieza casi preliminar: el coche será enviado a un taller de restauración, donde será restaurado completamente a nivel estético y mecánico. Como deferencia a estos mecánicos, los chicos de AMMO NYC han lavado los bajos del coche en la medida de lo posible. Posiblemente sea repintado, pero al padre de David S. no se le olvidará nunca la imagen del coche limpio, fuera del garaje donde llevaba casi 40 años parado. Y eso sí no tiene precio.