Para que un coche pueda circular adecuadamente debe tener neumáticos en buen estado, un motor que funcione y elementos básicos de seguridad como luces o cinturones de seguridad. Elementos como asientos o un volante son tan obvios que no merece la pena mencionarlos. Quizá es lo que pensó el propietario de un Peugeot 206, que fue detenido en Reino Unido por circular con su coche de forma un tanto… anti-reglamentaria. Por decirlo suavemente. Cuál sería la sorpresa de la policía al comprobar la ausencia de un volante o de asientos.
El protagonista de esta historia conducía un Peugeot 206, que parecía haber sido sacado de un desguace. Todo apunta a que el coche estaba en proceso de montaje, quizá por una restauración parcial o por haber sufrido un accidente. El caso es que dos de sus ruedas eran de tipo galleta, y una de ellas no tenía presión alguna. El coche tampoco tenía paragolpes delantero u ópticas delanteras. Esto ya habría sido suficiente para que su coche fuera inmovilizado, pero lo mejor estaba por llegar.
Dentro, en vez de asientos corrientes y molientes, un caldero hacía las veces de asiento para el conductor. La consola central parecía estar medio desmontada y la instrumentación del coche no estaba presente. Tampoco tenía paneles de puertas… o volante. ¿Cómo demonios conducía entonces el coche? Ancló unas tenazas a la columna de la dirección, y girándolas, hacía que el coche girara. Una solución tan improvisada como poco recomendable e imprudente. La policía twitteaba que el conductor había sido denunciado «por demasiados motivos para ser listados».
Lo más posible es que lo estuviera moviendo desde su casa a un taller, o viceversa, pensando que «por unos minutos no va a pasar nada». La excursión le ha salido cara, pues el coche ha sido inmovilizado por la policía, además de haber recibido una multa antológica y posibles cargos criminales por poner en peligro a otros usuarios de la vía.
Fuente: autoevolution