Sin duda alguna, el primer vehículo que seguramente habrás conducido en la vía pública ha sido una bicicleta, y como tal, cuando vamos en ella estamos obligados a cumplir todas las normas de tráfico. De hecho, circular sin casco, no respetar un ceda el paso o incluso superar la tasa máxima de alcohol conlleva la misma multa que si fuésemos en nuestro coche (aunque no lleva aparejada la detracción de puntos). Pero lo cierto es que cuando comenzamos a movernos en bicicleta entre el tráfico, con unos ocho o diez años, desconocemos todas esas normas, situación a la que la DGT quiere poner fin.
Formación vial en primaria y examen con 10 años
La bicicleta es el vehículo que nos proporciona ese primer contacto con el tráfico real, pero a diferencia de lo que sucede con un coche o un simple ciclomotor, lo hace sin que contemos con unas nociones previas para desenvolvernos entre él, más allá de la que nos hayan transmitido en casa. Es por ello que nuestros vecinos con más cultura ciclista, como los Países Bajos, Dinamarca, Austria o Alemania, ofrecen formación vial en las etapas de educación primaria.
Estamos hablando de clases teórico-prácticas, normalmente coordinadas por federaciones ciclistas o por la policía de tráfico de esos países, y que empiezan a impartirse desde los seis años de edad. Así pues, con unos nueve o diez años es posible presentarse a un examen para obtener el «carnet de bicicleta», el cual consiste en una prueba tipo test y un pequeño recorrido en bici. No obstante, ese carnet es un certificado educativo, de carácter voluntario, y que en ningún momento es obligatorio para poder ir en bici, al contrario de Israel, donde sí que existe un carnet obligatorio para ir en bicicleta o en patinete eléctrico, es el A3 y se obtiene a partir de los quince años y medio de edad.
Sin embargo, sea como fuere, las ventajas de esa formación vial a temprana edad son evidentes, pues los futuros conductores de coches y motos empiezan a tomar conciencia de cómo deben comportarse y a adquirir buenos hábitos, como usar los sistemas de seguridad (casco y cinturón), no usar el móvil o no tomar alcohol.
¿Qué tipo de formación existe en España?
De momento en España no existe ningún programa similar a los expuestos anteriormente, aunque la DGT ya lo mira con buenos ojos. Por ahora se está poniendo en práctica de forma puntual el modelo británico, que básicamente consiste en una formación teórico-práctica para esos niños en modo de actividades extraescolares enmarcada en el proyecto STARS impulsado por la DGT y el Ministerio de Transportes.
Quizá una buena solución sea tomar prestadas ideas del proyecto luso y modificar el currículum de la asignatura de educación física para añadir ciertas competencias en esta materia, de forma que la superación de esa asignatura implique también la adquisición de unos conocimientos básicos tan importantes como lo pueden ser otros.
Fuente: Revista Seguridad Vial