Ya han pasado casi 50 años desde que se construyera la primera rotonda en España, y lo cierto es que a día de hoy sigue siendo uno de los puntos que más conflictos causa en nuestras carreteras: entre 2015 y 2019 se produjeron en ellas 45.000 accidentes con víctimas. Es por ello que de nuevo desde la DGT han querido recordarnos a todos los conductores cómo circular en una glorieta a través de tres momentos clave mediante un artículo en el último número de su revista.
1. Acceso a la rotonda
El acceso a la rotonda es la situación más crítica a la hora de abordar este tipo de intersecciones, y es que es precisamente en este momento cuando se dan más de la mitad de los siniestros. Así pues, al aproximarse a una glorieta es necesario disminuir la velocidad progresivamente y observar si se acerca algún vehículo por nuestra izquierda, lo que no quita que siempre tengamos que estar atentos a todo lo que nos rodea.
Una vez que no se se aproxime nadie, pues recuerda, los vehículos que circulan por la rotonda siempre tienen prioridad sobre los que pretenden entrar en ella salvo indicación contraria, puedes acceder haciendo uso del carril derecho, para lo cual no es necesario indicar la maniobra con el intermitente, sin dirigirte directamente a los carriles del interior.
2. Dentro de la rotonda
Circular en una rotonda es algo que en teoría debería ser muy simple, pues no se trata más que de una carretera que describe una curva continua. Por tanto, para abandonar la rotonda siempre se debe hacer desde el carril de la derecha indicando la maniobra con el intermitente, y no desde dentro. ¿Se te ocurría salir de una autovía directamente desde el carril de la izquierda? Asimismo, es posible adelantar a otro vehículo haciendo uso de los carriles interiores, de nuevo, como si de una carretera convencional se tratase.
No obstante, es cierto que dependiendo de la salida que vayas a tomar es más o menos conveniente usar unos u otros carriles (aunque si siempre vas por el exterior no estarías actuando estrictamente de forma incorrecta). De esta forma, si vas a tomar la primera o segunda salida es conveniente ir por la derecha, mientras que si vas a salir por la tercera o a efectuar un cambio de sentido lo ideal es que, una vez hayas entrado, te sitúes en los carriles interiores para progresivamente ir pasando de nuevo al carril derecho y abandonar la glorieta.
3. Salida de la rotonda
Por la rotonda siempre se sale desde el carril de derecho, y nunca desde uno interior, ya que se corre el riesgo de cortar la trayectoria a otro usuario que sí circule correctamente. Igualmente, es obligatorio indicar nuestra intención de abandonar la glorieta haciendo uso del intermitente, y en caso de que no podamos salir, es mejor desistir y volver a dar una vuelta completa a la rotonda.
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