Cuando un conductor ebrio atropella a un grupo de ciclistas, es difícil imaginar de qué manera la tecnología podría haber evitado el accidente. Muchos accidentes, a menudo graves, son provocados por imprudencias y distracciones. De manera que esta solución que propone la DGT, y de la cual os queremos hablar hoy, no nos parece la definitiva para acabar con los accidentes de tráfico, aunque sí un buen comienzo para entender cómo la tecnología hará que las carreteras sean más seguras para conductores, ciclistas y peatones. Comobity es la nueva aplicación de la Dirección General de Tráfico y un ejemplo de cómo la DGT quiere conectar a conductores, ciclistas y peatones para prevenir accidentes.
Conectando a conductores, ciclistas y peatones
Tráfico apuesta por la conectividad entre vehículos, utilizando algo tan sencillo, que siempre está en nuestro bolsillo, como un teléfono móvil. Comobity aprovecha el sistema de posicionamiento GPS para que los conductores, los ciclistas, y los peatones, se identifiquen y compartan su posición. Una vez identificada su posición, y registrada, por supuesto, de manera anónima, los conductores, por ejemplo, recibirán avisos cuando se aproximen a una zona frecuentada por uno o varios ciclistas, o a la posición de un peatón.
El inconveniente, sin duda, está en la necesidad de utilizar la aplicación para que sea efectiva. Y evidentemente que el éxito, y la utilidad de esta aplicación, se base en el número de usuarios que la utilicen. Cuantos más usuarios utilicen la aplicación, más precisa será la información que nos ofrezca, y su efectividad para evitar accidentes también aumentará.
Comobity, la nueva aplicación de la DGT
Insistimos en que esta medida es insuficiente, sobre todo cuando podemos comprobar que muchos accidentes se deben a distracciones o imprudencias graves. Pero sí es un buen paso adelante, y un ejemplo aún mejor de lo que está por venir.
En un futuro cada vez más próximo todos los coches estarán permanentemente conectados a eso que se denomina habitualmente como la nube. Eso permitirá que los coches estén conectados entre sí, y también con la infraestructura, y que entiendan la información que transmiten, independientemente del fabricante o de la sofisticación de los sistemas que emplean.
Y esa tecnología contribuirá muy positivamente a mejorar la seguridad en carretera. Avisar de la posición de ciclistas o peatones a los conductores es solo el principio. Imaginemos que otros coches pudieran avisarnos de un desprendimiento de rocas en una carretera, o de un animal salvaje merodeando alrededor de la carretera de curvas por la que circulamos, o que un tramo de la ruta en la que hemos emprendido un viaje se encuentra cubierto por nieve.
Más información sobre Comobity en la web de la DGT.