Hasta 2022, miles de conductores españoles no se habían preocupado, especialmente, por el distintivo medioambiental de su coche. ¿La razón? No la necesitaban para moverse por su municipio: desde 2023, las 149 localidades con más de 50.000 habitantes tienen que restringir la circulación de los modelos más contaminantes y la forma elegida es aplicando el filtro de las etiquetas de la DGT. Tráfico ha dejado sin pegatina a algunos de esos miles de vehículos cuando, en realidad, sí les corresponde: ¿de qué modelos hablamos?
En 2016, Tráfico clasificó el parque automovilístico nacional con cuatro pegatinas: Cero, Eco, B y C. Para elaborar cada categoría se basaron en la fecha de matriculación, que suele coincidir con la norma Euro que está vigente en ese momento… pero no siempre es así. El problema radica en las dos últimas secciones:
- A los coches de gasolina matriculados después de 2006 y a los diésel matriculados después de 2014, les corresponde la C
- A los vehículos de gasolina matriculados entre 2001 y 2006 y a los diésel matriculados entre 2006 y 2013, les corresponde la B.
Una clasificación basándose en la norma Euro
Sin embargo, la Disposición 3828 del BOE establece que esa clasificación debe realizarse teniendo en cuenta la normativa de emisiones del coche: es una fórmula más fiable porque, como apuntábamos antes, a veces no coincide con el año de matriculación. Si tenemos en cuenta la homologación Euro, de forma orientativa, la categorización sería esta:
- A (sin distintivo): Euro 1 y Euro 2 (gasolina) o Euro 1, Euro 2 y Euro 3 (diésel)
- B: suelen ser los de la Euro 3 (gasolina) o la Euro 4 y Euro 5 (diésel)
- C: se corresponderían con la Euro 4, Euro 5 y Euro 6 (gasolina) y con la Euro 6 (diésel)
Los años 2000 y 2005
Clasificar el parque automovilístico español basándose en la fecha de matriculación y no en la norma de homologación, se ha traducido en una serie de errores. Hay coches que fueron matriculados en fechas diferentes a las usadas por la DGT para las pegatinas B y C que sí tienen etiqueta; otros que están dentro de esas fechas, sin embargo, no deberían tener etiqueta porque la homologación de su motor es más antigua.
Así las cosas, a algunos modelos de gasolina matriculados en el año 2000 y a determinados vehículos diésel matriculados en el año 2005, sí les corresponde el distintivo B. No obstante, la forma más fiable de confirmar esto es consultando la ficha técnica del coche: ahí figura la norma Euro que le corresponde. También es posible preguntar al fabricante facilitándole, eso sí, el número de bastidor. El buscador de etiquetas de la DGT también está disponible, pero los métodos anteriores son más seguros.
Para conseguir la etiqueta, hay que pedir a la marca el certificado de la norma Euro de tu coche (que no suele ser gratis), ir a la ITV para que actualicen la ficha técnica y, por último, a la Jefatura de Tráfico: el trámite necesario está dentro de ‘Anotaciones de cualquier clase’ y cuesta 8-9 euros. Con la nueva categorización de tu coche, ya podrás comprar tu distintivo ambiental.
