Durante los últimos meses hemos asistido a la llegada de importantes noticias sobre la DGT que, en ocasiones, han dado pie a noticias que pueden llevar incluso a la confusión, como la posibilidad de empezar a usar radares en cascada, que multen a aquellos que aceleran tras rebasar un radar y la posibilidad de que los usuarios de moto cuenten con hasta 3 puntos más en el carnet de conducir tras un curso de conducción, pero también hemos asistido a la aparición de una serie de noticias que nos hablan del uso de una serie de nuevas marcas viales verdes en las carreteras, pero, ¿qué hay de cierto y de falso en esta noticia?
La DGT pintó líneas verdes para mejorar la seguridad
Tal y como hemos mencionado diversos medios han recogido durante los últimos días lo que parecía ser una nueva medida de la DGT, el uso de unas nuevas marcas viales en el suelo de la calzada, unas líneas verdes a los laterales de la vía. Lo cierto es que esta medida no es precisamente nueva…
La DGT anunció en 2016 el empleo de estas nuevas marcas, una serie de líneas verdes que se implementaron en ciertas vías de Castilla y León, en las carreteras CL-615 y CL-613, una experiencia piloto que seguía los pasos de una medida semejante tomada en Suecia y en Holanda y que se ponía en práctica entonces por primera vez en España, una medida que llegaba además asociada a la instalación de nuevos radares de tramo, la mayor presencia de controles de la Guardia Civil y a Pegasus sobrevolando la zona con mayor frecuencia, todo ello para frenar el alto índice de accidentalidad de ambas vías, entre Palencia y Guardo y Palencia y Sahagún y con una característica en común: eran largar rectas de doble sentido sin una gran peligrosidad aparente.
El efecto psicológico de las líneas verdes
La DGT decidió entonces pelear contra la falsa sensación de seguridad que generaban estas carreteras con unas líneas verdes a ambos lados que al circular con el coche transmiten la sensación de que la vía se está estrechando y por lo tanto el conducto aumenta su atención. De hecho la DGT tenía tantas esperanza puestas en esta medida que, en 2016, nos decía que “Se pretende que el usuario de la vía identifique y vaya asociando estas indicaciones a tramos de carreteras de velocidad controlada, con el fin de que en un futuro cercano, una vez producido el efecto de concienciación en los conductores, no sea necesaria la instalación de sistemas de control de velocidad”.
Lo cierto es que tras aquella primera implementación no se ha extendido su uso a otras vías y la DGT no nos ha vuelto a hablar recientemente de ello, por lo que todas las noticias que hemos visto en los últimos días sobre este sistema en realidad se estaban haciendo eco de una medida de 2016 que no ha trascendido, sea efectiva o no.
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