La Dirección General de Tráfico sigue llevando a cabo un ejercicio de formación que, por nimio que pueda parecernos, resulta muy útil para recordar en las redes sociales algunas normas básicas que deberían conocer los conductores y, sobre todo, para profundizar en las normas menos conocidas o las que generan más dudas. Y este último es precisamente el caso de la última pregunta que ha lanzado la DGT. ¿Cuándo y cómo debemos utilizar la luz antiniebla trasera?
La DGT recuerda el uso de la luz antiniebla trasera
La DGT lanzaba en sus redes sociales la siguiente pregunta: «La luz antiniebla trasera se utilizará siempre que…»
Y nos daba las siguientes respuestas:
a) … se circule a velocidad anormalmente reducida
b) … se circule por carreteras de alta montaña
c) … las condiciones meteorológicas sean especialmente desfavorables
El error de la DGT
Evidentemente, la respuesta correcta es la c y, de hecho, la pregunta está mal planteada. La luz antiniebla trasera no debe utilizarse siempre que las condiciones meteorológicas sean especialmente desfavorables. Ningún apartado del Reglamento General de Circulación dice eso. Siempre, no tiene el mismo significado que solamente. Lo que sí dice es en qué situaciones podemos utilizar la luz antiniebla trasera, que no es lo mismo. Y lo que dice el apartado 2 del artículo 106 del Reglamento General de Circulación es lo siguiente:
La luz antiniebla trasera solamente deberá llevarse encendida cuando las condiciones meteorológicas o ambientales sean especialmente desfavorables, como en caso de niebla espesa, lluvia muy intensa, fuerte nevada o nubes densas de polvo o humo
De hecho, la DGT debería recordar por qué las luces antiniebla solo deberían utilizarse en esas circunstancias, y en ninguna más. Y es que, por incoherente que parezca, las luces antiniebla traseras no deben utilizarse únicamente cuando haya niebla. Únicamente deberíamos utilizarlas en situaciones en que las condiciones de visibilidad sean tremendamente desfavorables, por ejemplo, niebla muy espesa, lluvia muy intensa, nevadas muy fuertes, o nubes de polvo o humo realmente densas.
No debes utilizar las luces antiniebla traseras a la ligera
La razón por la cual hemos de ser muy cuidadosos con el uso de las luces antiniebla traseras es que esta iluminación es muy intensa, mucho más que los pilotos posteriores que utilizamos habitualmente en nuestros coches. Están pensadas para unas condiciones de visibilidad muy desfavorables. Y esa intensidad hace que resulten especialmente molestas para el resto de conductores, para los que nos preceden, pudiendo causar incomodidad y, lo que es peor, deslumbramientos que resten visibilidad a otros conductores.
Os remito a este artículo en el que os explicábamos el uso de los antiniebla traseros. Y cómo mi compañero Sergio apuntaba dos ideas muy importantes. La primera, no utilizar las luces antiniebla traseras con cualquier atisbo de niebla. La segunda, no utilizar las luces antiniebla traseras de noche. Incluso en circunstancias de baja visibilidad, la iluminación de posición de nuestro coche es suficiente para que otros vehículos que se nos aproximen nos vean. Por otro lado, las luces antiniebla traseras son especialmente molestas y deslumbran demasiado de noche.
Otro dato. La DGT tiene previsto que utilizar incorrectamente los antiniebla traseros acarrea una multa de 200 euros.
Más guías de normativa de la DGT
– Cómo usar los «antiniebla» traseros
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