En 2019, Estamos Seguros y la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (ANESDOR) elaboraron un informe en el que apuntaban que, en España, hay 3,2 millones de vehículos de dos ruedas: 1,92 millones son motos, que carecen de espacio propio. La DGT es consciente de ello y por ello, Pere Navarro pone el acento en la necesidad de crear carriles específicos para ellas.
Pere Navarro, director general de la DGT, ha definido a las motos como las grandes protagonistas de la movilidad urbana y ha señalado que, pese a ello, carecen de un espacio propio en las ciudades: “No tienen ningún espacio reservado. Los autobuses tienen el carril bus; las bicicletas, el carril bici; los peatones, la acera y los coches uno o dos carriles para ellos. Todo ello provoca que las motos tengan que luchar por su espacio”.
Desde su punto de vista, “hace falta una reflexión sobre la posible redistribución del espacio para adecuarlo a las nuevas circunstancias”. O lo que es lo mismo: dar forma a carriles especiales para las motos, igual que ya existen para las bicicletas o los Vehículos de Movilidad Personal (VMP). El director de la DGT ha puesto como ejemplo Latinoamérica, donde varias ciudades cuentan con carriles reservados, únicamente, para este tipo de vehículos: “Han logrado que las motocicletas y los ciclomotores circulen por este espacio”.
Carriles-moto y carril bus-taxi
Fue Vigo la primera ciudad de España que, hace varios años, apostó por un carril-moto delimitando la parte central de la calzada para este tipo de vehículos y dejando los laterales para los turismos y el resto de los vehículos. Este carril desembocaba en la zona reservada para las motos en los semáforos.
En el resto de España, las motos suelen usar el carril bus-taxi cuando está permitido. Esta zona de la calzada está diseñada para facilitar la movilidad de autobuses y taxis, pero su gestión depende de los ayuntamientos. Por lo tanto, cada administración local decide si las motos pueden circular por ahí o no: en Barcelona está prohibido, pero en Madrid (y en otras muchas ciudades) sí está permitido. En el caso de la capital de España, eso sí, los ciclomotores no pueden emplear el carril bus-taxi y algunos tramos del mismo (como el del Paseo de la Castellana) están prohibidos para todos los vehículos de dos ruedas.
Foco en las infraestructuras
Las declaraciones de Pere Navarro tuvieron lugar durante la firma de un acuerdo entre la DGT y el Ayuntamiento de Barcelona, con el que pretenden reducir los elevados índices de siniestralidad de las motos: el 33% de los vehículos censados allí son motos, razón por la que hablamos de una de las ciudades del mundo con más vehículos de este tipo
En lo que va de año, en la Ciudad Condal, 16 motoristas han perdido la vida. Y según el balance de siniestralidad viaria del primer semestre de 2022, el 86,3% de los heridos graves que se producen en los accidentes de tráfico son motoristas.
La DGT y Barcelona trabajarán en tres frentes. Crearán iniciativas o proyectos piloto (formación, demostraciones prácticas y campañas) centrados en el comportamiento de los conductores de motos y ciclomotores para influir en su conducta. Pondrán en marcha innovaciones tecnológicas en las propias motos y en la vía: señalización más eficiente, ayudas a la conducción… y el uso del chaleco-airbag, que la DGT considera esencial.
Por último, pondrán los focos en las infraestructuras, identificando los puntos de mayor accidentalidad, mejorando los cruces y los separadores de los carriles-bici, aumentando la visibilidad de las motos… Será en este apartado donde valorarán la creación de carriles-motos.