Encontrarse con dos señales de tráfico que tienen la misma jerarquía y dan una orden contradictoria no es tan extraño… pero provocan situaciones de confusión: sobre todo si no recuerdas a quién tienes que hacer caso. Hace unos días, en sus redes sociales, la Dirección General de Tráfico (DGT) nos ponía a prueba con el siguiente supuesto: ante dos señales del mismo tipo con indicaciones que parezcan estar en contradicción, ¿cuál tendrá prioridad?
Eran tres las opciones: la más restrictiva, la menos restrictiva o la más próxima. Para encontrar la respuesta correcta hay que recurrir al Reglamento General de Circulación: “En el caso de que las prescripciones indicadas por diferentes señales parezcan estar en contradicción entre sí prevalecerá la prioritaria o la más restrictiva si se trata de señales del mismo tipo”. Es, por tanto, la primera: la más restrictiva.
Orden de prioridad de las señales de tráfico
La función de las señales que nos encontramos en las vías urbanas e interurbanas pasa por informarnos de cuáles son las obligaciones, limitaciones o prohibiciones especiales que, como conductores, tenemos que respetar y cumplir. Ahora sabemos que cuando, en el mismo punto, coinciden dos con la misma jerarquía impera la más restrictiva. ¿Qué pasa cuando son diferentes? ¿Recuerdas el orden de prioridad?
Imagina la siguiente situación: llegamos a un semáforo que está en rojo y, junto a él, hay un agente que indica a los vehículos que deben continuar circulando. ¿A quién tenemos que hacer caso? Una vez más, es el Reglamento General de Circulación y la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial los encargados de especificar el orden de prioridad de las señales de tráfico.
Agentes
Sus órdenes (ejecutadas con un silbato, una luz, una bandera o con los brazos) prevalecen por encima de todas las demás. O lo que es lo mismo: siempre tendremos que seguir sus instrucciones independientemente de lo que nos estén indicando el resto de señales presentes. Incumplir esto supone cometer una infracción grave que se traduce en multas de hasta 200 euros y la pérdida de cuatro puntos en el carnet de conducir.
Semáforos
Las siguientes en la escala de prioridad son las señales fijas o intermitentes de los encargados de regular la circulación de conductores y peatones, es decir, los semáforos. Igual que en el caso anterior, ignorar sus indicaciones supone una sanción de 200 euros y cuatro puntos menos en el permiso.
Señales verticales
Situadas en los laterales de las vías urbanas e interurbanas, se encargan de informarnos sobre lo que podemos o no podemos hacer cuando estamos circulando. Se dividen en cuatro tipos: triangulares (peligro), circulares (prohibición u obligación), cuadradas (recomendación o información) y rectangulares (recomendación o información).
Señales horizontales
Las últimas en el orden de prioridad son las marcas viales que encontramos sobre el asfalto y que sirven para guiar al conductor y proporcionar la información necesaria para circular con seguridad.
Aplicación de las señales
Por último, cabe recordar que las órdenes de cualquiera de estas señales afectan a todos los conductores presentes en la calzada a los que se dirige. No obstante, la aplicación de una determinada señal puede restringirse a uno o más carriles delimitados mediante marcas longitudinales en la calzada: algo que siempre se especificará de manera concreta.
A esto hay que añadir que una indicación situada junto al nombre de una localidad significa que esa orden se aplica a todas las vías de la misma excepto si una señal ubicada en un tramo concreto anuncia una reglamentación distinta únicamente para ese punto.