El diésel sigue sin recuperarse. Tal y como os comentábamos estos días, el diésel apenas representó a uno de cada cuatro coches en junio (cuota del 25,9%) y en el acumulado del año se sitúa con una cuota del 27,7%, en un momento en el que, en general, las matriculaciones están cayendo. De manera que las consecuencias del desplome del diésel que se está produciendo en los últimos años no han tardado en llegar, empezando por el consumo de gasóleo en las estaciones de servicio.
El consumo de gasóleo también se desploma
El desplome del diésel sería uno de los principales responsables de que el consumo de gasóleo haya caído, respecto al año anterior, por primera vez desde 2013, un acontecimiento llamativo en un momento en el que la economía española mejora, con una previsión de crecimiento del PIB del 2,3% para este año. La demanda de gasolina, mientras tanto, crece un 6,2% (El Mundo).
La evolución del diésel en el mercado del coche nuevo estaría afectando ya a las ventas de gasóleo, a pesar de que el parque automovilístico español sigue siendo eminentemente diésel. De los 24 millones de automóviles registrados en España, 13,5 millones de turismos son diésel, de manera que el gasóleo sigue dominando el mercado y suponiendo más de la mitad del parque de automóviles.
Mientras tanto, seguimos a la espera de otras decisiones que no solo podrían afectar al consumo de gasóleo, sino también a la recaudación de las arcas públicas. Mientras el Gobierno en funciones sigue buscando apoyos para la investidura, su intención sigue siendo que los Presupuestos Generales de 2020 reflejen una subida de los impuestos al diésel y que en los próximos años y progresivamente sigan subiendo hasta equipararse con los de la gasolina, para lo cual sería necesario un primer incremento de los impuestos al gasóleo en 3,8 céntimos de euro por litro en 2020, y seguir esa senda en los próximos años hasta llegar a un incremento total de 9,55 céntimos de euro por litro repostado.
Otras consecuencias del desplome del diésel
Esa no es la única consecuencia que estaría teniendo la caída de las ventas de coches diésel. Mientras la industria se prepara con el fin de alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones de CO2 medias de sus ventas de coches nuevos, las media de CO2 homologada por los coches matriculados en España sigue aumentando, en España, y en toda Europa.
Si nos fijamos en las emisiones de los coches nuevos en Europa, al incremento de un 0,4 g/km de CO2 en la media de 2017, habría seguido un incremento de 2 g/km de CO2 en la media de 2018.