El diésel sigue retrocediendo tanto en ventas como en popularidad a nivel internacional. Su imagen está seriamente tocada, y pese a los esfuerzos de fabricantes de automóviles como Mercedes-Benz o Volkswagen, parece que su destino es el de la práctica desaparición a nivel particular excepto casos contados. La justicia europea ha anulado hoy los actuales límites de emisiones de NOx que los nuevos diésel pueden emitir.
Las emisiones contaminantes de los motores diésel se centran, básicamente, en los óxidos de nitrógeno (NOx), especialmente perjudiciales para la salud, y las partículas en suspensión de diferentes tamaños (PM), siendo las más pequeñas las más dañinas al poder penetrar en el cuerpo humano de forma profunda a través del sistema respiratorio.
¿Actuales límites? ¿Cuáles son?
En la actualidad, la normativa antiemisiones que está vigente en España -y en Europa- es la Euro 6, concretamente en la variante Euro 6d. Ésta es la normativa más intransigente con las emisiones contaminantes, y si bien está en vigor desde el año 2014, se vio modificada el año pasado, en 2017, por «culpa» de la entrada en vigor de los nuevos protocolos de medición y homologación de emisiones contaminantes, el famoso protocolo WLTP.
La principal diferencia respecto al ciclo NEDC, su antecesor, es que con el ciclo WLTP las pruebas se realizan en circulación real, en carretera, al aire libre. Los límites de emisiones de NOx en la norma Euro 6 se fijaron en 80 mg/km, una cifra muy baja. Para alcanzarla, los constructores tuvieron que hacer grandes esfuerzos técnicos, que se diluyeron gracias a una moratoria.
Las emisiones de NOx, disparadas «gracias» al WLTP
En 2016 la Eurocámara decidió introducir una excepción para que los fabricantes tuviesen margen de maniobra con la llegada del WLTP, fijando el límite final de NOx en 168 mg/km, una cifra sensiblemente más alta que los 80 mg/km iniciales, lo que representa un aumento del 110%.
¿En qué se basaron para llegar a esta cifra? Básicamente en que las técnicas de medición de las emisiones contaminantes al aire libre no estaban completamente desarrollados a nivel técnico, lo que unido a la presencia de agentes externos como polvo, suciedad u otro tipo de partículas, hacía que el resultado final pudiera verse falseado.
La justicia recula: las emisiones de NOx para los diésel, tal y como estaban
Algunas capitales como Madrid, Bruselas o París decidieron entonces presentar una queja en contra de estos nuevos valores, claramente más flexibles y que suponían un paso atrás. Tras meses de pleitos, la justicia europea ha decidido dar marcha atrás, revertiendo la medida y revisando de nuevo a la baja los valores límite en las emisiones de NOx para motores diésel.
Esta cifra se fija de nuevo en los 80 mg/km iniciales, lo que supone una victoria para los ejecutivos pero un palo más para la industria automovilística, que ve, una vez más, como las instituciones vuelven a ponerle las cosas difíciles a los motores diésel. Recordemos, no obstante, que los organismos comunitarios han impuesto 2050 como fecha límite para la desaparición de vehículos propulsados por combustibles fósiles de las carreteras europeas.