Quédate con su nombre, Diésel R33, un nuevo biocombustible que ya está listo para dar el salto comercial a todas las gasolineras europeas. Aunque el nuevo etiquetado de combustibles ya ha conseguido hacernos ver que el biodiésel lleva años en nuestras vidas, el nuevo gasóleo azul R33 pretende mejorar aún más sus posibilidades prometiendo reducir el impacto medioambiental de conducir un coche diésel.
Aunque de primeras te pueda sonar raro lo de Diésel R33, su denominación comercial es BlueDiesel R33, lo cierto es que hablamos de un biodiésel muy similar al que ya repostamos en nuestros coches y que cumple con la normativa DIN EN 590 para asegurar su compatibilidad con cualquier tipo de coche diésel, ya sea viejo o moderno. El fin del Diésel R33 es reducir aún más las emisiones de los biocombustibles actuales, aprovechando para ello una formulación con la que se promete reducir en un 20% las emisiones de CO2.
Este menor impacto ambiental del Diésel R33 es posible gracias al uso de hasta un 33% de residuos y parafinas procedentes de aceites de cocina usados, un porcentaje que permite reutilizar esos compuestos y así conseguir mitigar el impacto medioambiental. El restante 67% sería gasóleo procedente del petróleo junto a diferentes aditivos para mejorar sus prestaciones.
Las primeras pruebas del BlueDiesel R33 comenzaron en 2013, en Wolfsburgo, como parte de un programa experimental de 280 coches participado por Volkswagen, Coburg University y otros socios. Ahora, tras el éxito de las pruebas iniciales, este nuevo gasóleo amplía sus horizontes con nuevos acuerdos para flotas de pruebas junto a Bosch, otras plantas de la propia Volkswagen para uso por parte de sus trabajadores y el suministro por parte de Shell, Neste y Tecosol.
Por el momento se desconoce cuándo el Diésel R33 dará el salto a gran escala a los surtidores de Europa, pero dado el interés de la Unión Europea por aumentar el uso de biocombustibles como el etanol y el biodiésel, podríamos repostar Diésel R33 antes de lo que nos imaginamos.