¿Cuál es la diferencia real entre un Pony Car y un Muscle Car? Esa es la pregunta que vamos a intentar explicar hoy, dando respuesta a un interrogante que muchas veces ha llegado hasta nosotros. La cultura automovilística norteamericana ha servido para crear algunas de las más longevas e importantes leyendas del motor, leyendas como Mustang, Camaro o Challenger y que siempre se han asociado a las denominaciones de Pony Car o Muscle Car, e incluso a ambas, pero sin saber muy bien cuándo y por qué usar un sobrenombre u otro. Hoy despejaremos esas dudas.
La guerra entre los Pony Car y los Muscle Car surgió con el estreno del Ford Mustang allá por 1964, la llegada al mercado de este modelo supuso el acceso de la clase media a deportivos y prestaciones en tamaño compacto, lo que derivó en el apelativo de «pony car» en honor al emblema del potro salvaje que lucía el Ford Mustang en su calandra. Más tarde llegarían modelos como el Chevrolet Camaro y Plymouth Barracuda.
Ford Mustang
Frente a los deportivos asequibles para todos los públicos comenzó otra leyenda de automóviles deportivos que poco o nada tenían que ver con aquellos pese a tener algunos puntos en común en materia de motorizaciones, hablamos de los Muscle Car. Estos coches, deportivos y de carrocería coupé en su gran mayoría de mayor tamaño que los Pony Car, se caracterizaban por representar lo máximo en prestaciones enfocadas a las carreras de drag. Se trataban de enormes carrocerías diseñadas para cobijar también enormes motores V8 con el único objetivo de batir tiempos en el cuarto de milla. Algunos de sus ejemplos más claros fueron los Dodge Challenger y Chevrolet Impala.
Pero con el paso del tiempo los términos Pony Car y Muscle Car se fueron solapando, algo que se puede ver claramente en la actualidad. El nacimiento de versiones cada vez más potentes y el auge de las carreras y las preparaciones hicieron que aquellos deportivos asequibles pudieran asociarse igualmente a enormes caballerías bajo infinidad de apellidos como Shelby, COPO, SS, Z/28, Demon, Trans Am…
Para seguir siendo fieles a la filosofía de cada término, a día de hoy deberíamos diferenciar en un mismo modelo sus versiones de acceso (Pony Car) de las más prestacionales (Muscle Car). Aún así, la evolución de estos modelos ha conseguido que a día de hoy incluso las versiones más asequibles ya gocen de chasis y mecánicas más que suficientes para firmar buenos registros en el cuarto de milla.
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