Pere Navarro, que en su día llevara a cabo una medida tan importante como la instauración del carné por puntos en España, regresaba en junio como responsable de la Dirección General de Tráfico, después que prosperara la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a presidir el Gobierno de España. Desde su nombramiento, Pere Navarro ha ido definiendo cómo espera que sea su regreso a Tráfico, y como pretende atajar el problema más importante al que se enfrenta este organismo, el del repunte de los fallecidos en accidentes de tráfico. Pere Navarro confirma su interés de hacer obligatorios los asistentes de velocidad en el coche, ¿pero cómo podría llevar a cabo una medida como esta la Dirección General de Tráfico?
Según ha reconocido Pere Navarro durante las jornadas organizadas por la Fundación Mapfre, la velocidad sigue estando en el centro de su agenda, y de los objetivos que se ha propuesto en su regreso a la DGT. Según la Fundación Mapfre, «si todos los vehículos tuvieran instalado un sistema de control inteligente de la velocidad, cada año habría 400 víctimas menos en las carreteras españolas».
Ahora bien, ¿cómo se puede conseguir que todos los coches equipen asistentes de velocidad?
Los asistentes de velocidad, o controles de velocidad de crucero, son una herramienta eficaz para mejorar la seguridad en carretera. Pero hemos de ser conscientes de varios puntos. El primero, que existen sistemas con tecnologías muy variadas. Los asistentes más básicos, limitan la velocidad máxima que puede alcanzar el vehículo y son muy prácticos, por ejemplo, si tememos que un despiste pueda hacer que pasemos por un radar demasiado rápido. Los asistentes más habituales, como mínimo, permiten que el coche mantenga una velocidad determinada sin que toquemos el pedal del acelerador. Los más modernos, los adaptativos, frenan, mantienen la distancia de seguridad con el coche que nos precede, leen las señales de tráfico para adaptar la velocidad al límite de la vía, e incluso son capaces de reanudar la marcha en un atasco, o asistir el giro en las curvas.
El problema está en que para conseguir que un asistente de velocidad sea efectivo el conductor ha de utilizarlo. Por otro lado, los asistentes de velocidad se han estandarizado hace relativamente poco, y solo están presentes en los coches más modernos que circulan por nuestras carreteras. Ni tan siquiera en estos momentos son equipados de serie por todos los coches, si bien es cierto que sí están presentes en la mayoría de los coches modernos, al menos en sus versiones más sencillas, por ser uno de los elementos necesarios para obtener una buena puntuación en las pruebas de EuroNCAP. Para obligar a los fabricantes a equipar este sistema en los coches nuevos, habría que recurrir a un consenso europeo.
Mientras tanto, todo apunta a que las medidas más destacadas, y las primeras que se llevarán a cabo, tendrán que ver con el endurecimiento de algunas sanciones, que implicarán multas más cuantiosas, y mayor retirada de puntos, como utilizar el teléfono móvil mientras se conduce.