Amantes de lo extremo, de la cilindrada y de la goma quemada, vuestra dosis diaria de adrenalina está aquí. Aunque el lanzamiento del absurdamente rápido Dodge Challenger SRT Demon ha eclipsado a prácticamente todos los miembros del universo muscle car, la realidad es que ninguno ha pisado aún las calles. Las calles siguen estando dominadas con puño de hierro por el rabioso Dodge Challenger SRT Hellcat, cuyo motor 6.2 V8 «Elephant» HEMI sigue escupiendo 707 CV desbocados. Dodge acaba de anunciar el lanzamiento de una versión Widebody del Hellcat, aún más ancho, aún más masculino y aún más agresivo.
Esta versión se suma a la gama Challenger como alternativa al resto de Hellcat de «carrocería estrecha» – si es que se puede llamar así a un coche que mide 1,92 metros de ancho – a los que no reemplaza. Sus gigantescos pasos de rueda elevan la anchura total del muscle car hasta los 2,01 metros, y son idénticos a los que ya hemos visto en el espectacular Challenger Demon. Gracias a estos pasos de rueda, el Hellcat dice adiós a sus neumáticos de 275 mm de sección – claramente insuficientes para su potencia – y da la bienvenida a unos gigantescos Pirelli P-Zero en medidas 305/35 ZR20.
Estos neumáticos no son sólo para el eje motriz, también se montan delante. Envuelven unas nuevas llantas de aluminio de 20 pulgadas de diámetro, denominadas comercialmente «Devil Rim». Muy apropiado. El Dodge Challenger SRT Hellcat Widebody también hace gala de un capó de aluminio con una prominente toma de aire tipo «ram-air», unas ópticas frontales Air-Catcher – son un conducto de admisión muy bien camuflado – iluminadas y el splitter frontal del Challenger SRT Demon. También estrena una calandra rediseñada, así como unos emblemas específicos en la misma, y en las aletas delanteras.
En cuanto al tren de rodaje, no se diferencia del resto de Hellcat. Como estos, posee un equipo de frenado firmado por Brembo, con discos delanteros de 390 mm de diámetro abrazados por pinzas de seis pistones en el eje delantero. Se puede encargar con un cambio manual de seis relaciones o una caja automática Torqueflite – firmada por ZF – de ocho relaciones. Dodge afirma que es un coche más rápido que los Hellcat convencionales: el 0 a 96 km/h sucede en 3,4 segundos (frente a 3,5 segundos) y el cuarto de milla se completa en 10,9 segundos (frente a 11,2 segundos). En circuito también es un coche más eficaz.
Es 2 segundos más rápido que un Hellcat convencional – en un trazado de unos 3 km – gracias principalmente a sus nuevas gomas, necesarias para mantener a raya sus dos toneladas de peso. Su fuerza G lateral máxima aumenta de 0,93 G a 0,97 G. Todas estas mejoras y esta estética exclusiva tienen un precio: concretamente 72.590 dólares, en los que se incluye un impuesto especial de 1.700 dólares por devorar gasolina como si no hubiera un mañana. ¿Qué te parece el Dodge Challenger SRT Widebody? ¿Lo prefieres a un Hellcat convencional, o incluso a un Demon, sólo preparado para el drag racing?
