El futuro de los coches radicales y pasionales, nos guste o no, también pasa por la electrificación. Y de ello no se libran ni los fabricantes más incorrectos y rebeldes del mercado. Es decir, ni Hummer ni Dodge se libran de la reducción de emisiones. Hummer lanzará una brutal pick-up eléctrica – cuyas credenciales ambientales ponemos en duda – y Dodge lanzará en 2024 su primer muscle car eléctrico. Un coche que tiene una dificilísima tarea por delante: demostrar que es un digno sucesor de la familia Hellcat de combustión interna.
Como es evidente, será complicado que los fans más acérrimos de la marca acepten un coche eléctrico, por tanto, el marketing de Dodge debe hilar muy fino. Y en su propia presentación de los planes estratégicos de la marca, Dodge afirma que «no construirá coches eléctricos», si no que construirá «muscle cars americanos». Esos muscle cars serán eléctricos, dicho sea de paso. Este mensaje, un tanto confuso y contradictorio, vino acompañado de un pequeño vídeo en el que se mostró un téaser de este muscle car del futuro.
Estará construido sobre la plataforma modular STLA Large para coches eléctricos del Grupo Stellantis. Esto significa que podrá albergar en sus entrañas una batería de alta capacidad, con una autonomía de hasta 800 km. Su configuración de motores eléctricos permitirá crear un coche de dos o cuatro ruedas motrices, pero a tenor del téaser, todo apunta a un coche de cuatro ruedas motrices, capaz de sublimar la goma de sus cuatro neumáticos al mismo tiempo – podría tratarse de una dramatización visual, todo sea dicho.
Lo que queda patente es que será un coche apasionante, extremo a nivel de prestaciones y rendimiento – pensad en 900 CV y no estaréis descaminados – y con un diseño muy cuidado. De hecho, en el propio téaser podemos ver el contorno retroiluminado de su frontal, con una clarísima referencia al icónico Dodge Charger del año 1969. Este muscle car eléctrico podría rescatar alguna nomenclatura clásica de la marca. El pasado de Dodge ha sido ya aprovechado de forma magistral, rescatando colores icónicos e incluso paquetes de equipamiento de época.
En el centro de su frontal, tendrá presente un curioso logotipo de tres puntas, también retroiluminado, y que también podremos encontrar en la zaga, como firma lumínica en sus pilotos traseros. El capó parece simular dos grandes tomas de aire para la mecánica, que me recuerdan vagamente a las presentes en los Dodge Dart Swinger clásicos. Será presentado de forma conceptual durante los próximos meses, y llegará al mercado como un Model Year 2024, es decir, a finales de 2023 como fecha más cercana.
Estaremos muy atentos.
