Estar tras el punto de mira del presidente electo de los Estados Unidos, lo que muchos denominan como el líder del mundo libre, no debe ser nada sencillo. Cuando no solo hablamos de las consecuencias que puede tener estar tras el punto de mira de Donald Trump, sino también del sentimiento que pueda generar sus opiniones a sus acólitos, a casi 63 millones de estadounidenses que lo votaron en las pasadas presidenciales, cualquier opinión en tu contra de este puede traducirse en poco menos que una crisis dentro de una marca, y especialmente en los equipos de comunicación. La amenaza poco velada de Donald Trump esta vez se dirigió contra el Chevrolet Cruze, por llegar «libre de impuestos» a través de la frontera con México. ¿Pero es eso cierto?
Donald Trump se refería al hecho de que parte de la producción del Chevrolet Cruze tenga lugar en la factoría de General Motors de Ramos Arizpe, en México. En cualquier caso, el bueno de Trump obvió que Chevrolet Cruze sedán vendido en los Estados Unidos, como tuvo que recordar General Motors en un comunicado de emergencia, se fabrica íntegramente en la planta de Lordstown, Ohio. Sí, en los Estados Unidos.
Chevrolet Cruze
De esta forma, el Chevrolet Cruze es uno de los pocos vehículos de dimensiones compactas de un fabricante estadounidense que se fabrica, prácticamente en su totalidad, en los Estados Unidos. Estando destinados el grueso de los Chevrolet Cruze de carrocería tipo hatchback fabricados en México a otros mercados internacionales.
El ataque de Donald Trump a General Motors se debe a una cruzada, mantenida por el ahora presidente electo de los Estados Unidos desde la propia campaña electoral a las presidenciales, contra los fabricantes de casa que producen fuera de sus fronteras, y contra algunos tratados que permiten la llegada de productos a los Estados Unidos sin aranceles. Por cuestiones obvias, y por el modelo global en el que se inscribe la industria del automóvil, las multinacionales que más están sufriendo estos ataques son precisamente los fabricantes de coches.
La declaración de Donald Trump además de ser parcialmente errónea, puede entenderse como un ataque preventivo. En tanto, a pesar de la situación actual, la producción del Chevrolet Cruze fuera de los Estados Unidos podría ganar peso en detrimento de la producción en Ohio. Sin ir más lejos, como contaban en Automotive News, en marzo de 2016 se anunciaba una inversión de 350 millones de dólares en la fábrica mexicana encargada del Chevrolet Cruze. Por otro lado, en noviembre se anunciaba que este año se eliminará el tercer turno de las líneas encargadas de producir el Chevrolet Cruze en Ohio.
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