Hace apenas unos días explicábamos que Dongfeng estaba cada vez más cerca de llegar a un acuerdo con el gobierno de Italia para asentarse en dicho país y comenzar a fabricar en Europa para Europa, lo que implicaría tanto a la marca principal como a sus ramas de lujo Voyah y MHero, las cuales también llegarán a España. Ahora bien, Italia está exigiendo a la firma china que firme una serie de garantías en ciberseguridad, si bien es un caso diferente de lo que se ha visto en Estados Unidos.
Dongfeng podría llegar en un momento delicado para la industria del motor en Italia
La llegada de Dongfeng a Italia supondría una inyección importante de actividad para la industria en Italia, no siendo además el único fabricante en el país que trabaja con producto procedente de China. Desde hace varios años DR ensambla modelos procedentes de Chery con su propio logo, ofreciendo SUV a precio asequible que se han convertido en este país en la alternativa a MG (aunque hace no mucho fueron el objetivo del gobierno sobre la procedencia de sus coches, algo de lo que nunca hicieron ningún secreto).
Y es que la industria del motor en Italia lleva un tiempo en declive en lo que respecta a la cantidad de vehículos fabricados en sus fronteras: de superar el millón y medio de coches (1,74) a principios de este milenio a unos 880.000 en 2023, preparando diferentes estrategias para volver a superar el millón de unidades. El hecho de que tanto Alfa Romeo o Fiat, en la actualidad englobadas dentro de Stellantis, fabriquen algunos de sus modelos (algunos de ellos los que mayor volumen de ventas consiguen o podrían conseguir en los próximos años) fuera de sus fronteras, tiene algo que ver al respecto.
Uno de los requisitos que pide Italia a Dongfeng es que al menos el 45% del total de cada modelo, de sus componentes, vengan de Italia, lo cual permitiría que Dongfeng también recibiera incentivos fiscales de cientos de millones de euros. Entre ellas, Giorgia Meloni quiere que las unidades de infoentretenimiento las proporcionen suministradores locales, según fuentes cercanas a estas negociaciones (Automotive News Europe).
La relación con Estados Unidos es evidente, teniendo en cuenta que la actual administración Biden baraja prohibir todos aquellos coches que cuenten con software procedente de China, citando motivos de ciberseguridad también. En concreto, desde el actual gobierno norteamericano temen casos de espionaje y monitorización utilizando coches conectados, así como la intervención externa en casos de coches autónomos que pudiera ocasionar en problemas serios de seguridad nacional.
Un paso clave para asegurar la seguridad que se exige en vehículos europeos
Según el presidente de AlixPartners para Europa, África y Oriente Medio Stefano Aversa, el hecho de contar con suministradores locales es un paso clave a la hora de garantizar los estándares de seguridad que se exigen en Occidente. Este elemento es clave en situaciones como esta, cuando varios fabricantes procedentes de China tratan de expandirse hacia Europa (en buena parte buscando mayores márgenes de beneficio frente al salvaje mercado chino), la plausible solución para países con industrias debilitadas y un escenario que podría repetirse en más casos en el Viejo Continente…