Desde comienzos de los años noventa, Dyson ha destacado como uno de los fabricantes más conocidos de aspiradoras, y otros pequeños electrodomésticos, como ventiladores y secadores de pelo. Como veníamos comentando desde hace tiempo, Dyson está creando un coche eléctrico con el que plantar cara a Tesla. La última noticia que hemos tenido de este proyecto tiene que ver con la localización de su fábrica, que comenzará a producir coches eléctricos en 2021 en Singapur. Sin duda un toque de atención, de una empresa británica, en plena controversia acerca de las consecuencias que tendrá el Brexit para los fabricantes de coches instalados en el país. Aunque Dyson asegura que la razón de escoger Singapur no es otra que la disponibilidad de ingenieros, y las redes de proveedores que requerirán sus fábricas, así como los mercados a los que se dirigen. Ahora bien, ¿qué hace un fabricante de aspiradoras produciendo coches eléctricos?
Dyson y cómo aplicar tecnologías de aspiradoras en coches eléctricos
La razón por la cual Dyson está apostando por el coche eléctrico desde hace años es, inicialmente, la de diversificar su negocio. Pero sus planes pasan, sobre todo, por amortizar toda una serie de tecnologías que han desarrollado, y que son aplicables tanto a una aspiradora, como a un coche. Y por un momento no estamos siendo irónicos.
Dyson ha buscado durante años diferenciarse por tecnologías que garantizaran unas cualidades determinadas en sus productos. Tecnologías como sistemas avanzados de motores y separación de partículas, como los utilizados por sus conocidas aspiradoras sin bolsa, o sistemas de baterías eficaces, que también permitieran prescindir de cable en estos electrodomésticos. Y eso nos lleva, de nuevo, a algunos de los componentes imprescindibles en un coche eléctrico.
Tecnologías prometedoras y dudas
Todo apunta a que durante estos años Dyson ha estado desarrollando baterías de estado sólido, que aspiran a ser la verdadera revolución del coche eléctrico, con tamaños compactos y ligeros, capacidad para trabajar con altas potencias y, por ende, tiempos de recarga muy rápidos. La primera gran duda que arroja el proyecto de Dyson, si es que estuviera basado en coches eléctricos con baterías de estado sólido, es que la tecnología llegue a tiempo para aplicarla en los coches que fabriquen en 2021.
Dyson también aplicaría su tecnología de motores, buscando propulsores eléctricos más compactos y eficientes, en su coche. Pero, de nuevo, la duda está en si serán capaces de tener la capacidad industrial de producir coches en grandes volúmenes, y de desarrollar en unos años un coche desde cero. Duda razonable, si observamos la trayectoria de Tesla, y todos los inconvenientes que han encontrado por el camino. Como la empresa de Elon Musk, Dyson también aspira a aplicar la economía de escala y la especialización en las tecnologías anteriormente mencionadas.
¿Estaremos ante la nueva Tesla?