El concepto de restomod es fascinante para un amante de los coches. Desde el punto de vista más puro, consiste en actualizar un coche clásico con componentes modernos, respetando su esencia y espíritu originales, pero mejorando sus prestaciones, fiabilidad y seguridad. Restomods como los Porsche 911 de Singer transforman una base sólida en una obra de arte con ruedas, con una atención al detalle que resulta casi enfermiza. Pero incluso en la primera división de los restomods hay clases. Y es que tras conocer al Eagle Lightweight GT, difícilmente volverás a pensar en los nueveonce de Singer. Te lo prometo.
El punto de partida de este restomod es similar al que usa Singer. En vez de partir de un Porsche 964 de los años noventa, la base es un Jaguar E-Type, un coche mucho más clásico, situado temporalmente casi tres décadas por detrás. Habría quien estaría tentado de montarle unas suspensiones deportivas, el V8 sobrealimentado de un Jaguar moderno y modificar el interior ligeramente. Para Eagle – que antes de fabricar restomod, era un especialista en el deportivo de Coventry – eso no computa, ni siquiera bajo la ley del mínimo esfuerzo: ni un solo panel, montante o superficie acristalada del vehículo es común al Jaguar E-Type original.
Aunque llevan años operando, solo han transformado 14 unidades del Jaguar E-Type. Y por el momento, solo han creado un Eagle Lightweight GT, inspirado en los icónicos Jaguar E-Type Lightweight de competición, de los que solo 12 unidades fueron creadoas a principios de los años 60. El concepto del Eagle Lightweight GT es similar al de un Porsche 911 GT3 RS, es un coche con alma de competición, pero capaz de ser usado en las calles. Tras ser completamente desmontado, Eagle construye sobre el chasis original una carrocería de aluminio, ajustada a mano con técnicas de carrozado tradicionales.
El cuerpo del coche es inconfundible, pero sus paneles son diferentes a los de un Jaguar. El carenado de las ópticas es algo más aerodinámico, los intermitentes están más enrasados con la carrocería, el nervio central del capó está más abultado. El parabrisas está más inclinado, y el hardtop deja más superficie acristalada. La zaga es más aerodinámica, y la salida de los tubos de escape sale más hacia arriba. Las llantas parecen de chapa pintada, pero son llantas ultraligeras de magnesio y 16 pulgadas, diseñadas para montar neumáticos modernos, al contrario que las originales, de tipo diagonal.
Lo mismo ocurre con el interior, donde los cambios son muy sutiles, pero integrales. Los asientos son de nueva factura, todos los mandos son de nueva factura. Cuero de altísima calidad, ante, aluminio, madera… materiales nobles, sin estridencias ni artificios. Pero sin duda, lo más importante del Eagle Lightweight GT está bajo su piel. Su motor de seis cilindros en línea y 4,7 litros está fabricado desde cero por Eagle, basándose en el diseño original de Jaguar. El bloque es de aluminio, su cigüeñal está fabricado a medida y su culata es ancha, con el objetivo de acomodar válvulas de mayor tamaño.
Con cuatro válvulas por cilindro, una admisión de fibra de carbono y tres carburadores Weber de doble cuerpo, es capaz de desarrollar 380 CV de potencia, y un torrente de par motor: 509 Nm a solo 4.000 rpm. Puede que su cifra de potencia no nos parezca muy elevada, pero hay que tener en cuenta que este es un coche que solo pesa 1.017 kilos. Y que entrega su potencia de forma visceral, sin ayudas, sin electrónica, y sin filtros. Su experiencia de conducción, como nos demuestra el gran Henry Catchpole, es purista, invadida por el carácter arrollador de su motor – motor cuyo sonido nos pone los pelos de punta, en el mejor sentido de la expresión.
Todo el tren de rodaje ha sido rediseñado, con metales ligeros, materiales de vanguardia, suspensión Öhlins ajustable con geometrías ad-hoc, brazos de suspensión dignos de un Fórmula 1 o discos de freno servoasistidos. Dicho sea esto, solo te queda disfrutar de la galería de fotos en alta resolución que te hemos preparado a continuación.