El mundo de las autocaravanas se ha convertido en un segmento donde todo, o prácticamente todo es posible. Si en su momento ya alucinaste con lo que ofrece la Volkswagen California XXL, nuestra protagonista de hoy se va a convertir en tu particular sueño húmedo. Nos vamos hasta EE.UU., dónde si no, para conocer al EarthRoamer XV-HD, la última y la más extrema autocaravana jamás creada para ir literalmente hasta el fin del mundo con una mansión rodante donde no se ha renunciado ni al menor de los lujos.
Tomando como base la pick up de Ford en su versión más «bestia» que se comercializa en EE.UU., la Ford F-750, EarthRoamer realiza un profundo trabajo de adaptación de forma artesanal y a medida que entre otras modificaciones supone alargar su batalla, reforzar su sistema de tracción 4×4 e instalar el nuevo equipo de suspensiones neumáticas e hidráulicas para poder soportar el enorme peso de su parte «hogar». Hablamos de una autocaravana que partiendo de una ya enorme pick up consigue alcanzar los 10,67 metros de longitud.
El corazón de esta bestia es el mismo motor Ford 6.7 V8 turbodiésel de 330 CV asociado a un cambio automático de 6 relaciones. Además se añade un equipo de suministro eléctrico con placas solares de 2,1 kW, baterías con capacidad para 20 kWh, depósito de 946 litros agua potable, doble depósito de aguas grises y negras con 473 litros cada uno… todo ello para dar soporte vital a un espacioso loft con capacidad para 6 personas donde no se ha escatimado ni un sólo detalle para ofrecer las mismas posibilidades que cualquier apartamento de lujo.
Su zona habitable puede ser personalizada al gusto de cada comprador, pero para hacernos una idea de cuáles son las posibilidades de la EarthRoamer XV-HD este ejemplar ha sido fabricado haciendo uso de una cocina con electrodomésticos de tamaño convencional, empleando revestimientos en granito y acero inoxidable, la estancia cuenta con todos sus tapizados en piel y los revestimientos en madera tratada. Un verdadero hotel de lujo donde poder realizar tus acampadas allí donde mejor te plazca siempre y cuando puedas desembolsar 1,5 millones de dólares. Sin duda un capricho a la altura de muy pocos, aunque aventureros bolsillos.