Tras la época de auge de los patinetes eléctricos, las bicicletas eléctricas han llegado para plantearse como una de las mejores opciones de movilidad urbana existentes hoy en día. Y un estudio confirma que no solo son una buena alternativa a los coches de combustión para el medio ambiente, sino que incluso son 20 veces más eficientes que los coches eléctricos.
MPGe
Según un estudio llevado a cabo por Walk Bike Berkeley, las ebikes muestran una eficiencia impresionante. El estudio muestra los datos de MPGe, que es una unidad específica que determina las Millas por Galón equivalente. Utiliza la milla como unidad de longitud de referencia, y el galón como la unidad de medida del combustible de un coche de combustión.
La clave reside en cuántas millas se pueden recorrer con una bicicleta eléctrica con la energía equivalente de un galón de combustible.
20 veces más limpias que los coches eléctricos
Un coche con motor de combustión es capaz de recorrer 30 MPG (aquí sin la e final porque no hace falta una equivalencia). Un coche eléctrico es capaz de recorrer 116 MPGe.
Y aquí las cifras se disparan en comparación con las bicicletas eléctricas. Los números varían según las condiciones y el tipo de bicicleta. Una bicicleta eléctrica en llano y sin carga adicional es capaz de hacer 3.800 MPGe, que son unas 35 veces lo que hace un coche eléctrico.
Una bicicleta eléctrica con recorridos que incluyen inclinaciones, con viento y con unas alforjas con algo de carga es capaz de recorrer 2.185 MPGe, siendo unas 18 veces más eficiente que un coche eléctrico (siendo los datos tomados con el coche eléctrico en situaciones de llano).
Las ebikes tienen muchas más ventajas
Las ventajas de las ebikes no son solo para el medio ambiente, sino también para el entorno urbano e incluso para los usuarios. Por ejemplo, contribuyen a la actividad cardíaca y mejoran la salud de los usuarios.
Todo ello, sin plantear un gran esfuerzo para el ciclista, dado que está asistido en todo momento por el motor de la propia bicicleta. Aun así, sí contribuyen a reducir el sedentarismo.
Por otro lado, el uso de una bicicleta eléctrica en lugar de un coche con motor de combustión o incluso de un coche eléctrico, contribuye a la reducción de los atascos, pues produce menor congestión de tráfico. E incluso libera espacio de aparcamiento en zonas donde ya de por sí está muy limitado.
Adiós al problema del litio
Respecto a los coches eléctricos, las ventajas de la bicicleta eléctrica provienen de la situación de que muchos coches no son ocupados en su máxima capacidad, sino que en muchos casos llevan un solo ocupante, el conductor.
Los coches eléctricos suponen un desafío en cuestiones de autonomía y plantean retos al medioambiente por su requerimiento de materiales limitados, como el litio o como las tierras raras que usan muchos motores.
En el caso de las bicicletas, la cantidad de estos materiales es muy inferior a la del coche, lo que también contribuye a una mayor eficiencia energética.