La vuelta a la acción de EBRO con EV Motors detrás del telón como fabricante es una de las noticias más importantes que ha tenido lugar para la industria española en este 2024. La marca tiene la gran baza de contar con el apoyo industrial del gigante chino Chery, algo que tendrá efecto de manera directa en los dos primeros coches que pondrá en las calles.
Ya conocidos como EBRO S700 y S800, se trata de modelos con tamaños similares a los Kia Sportage y Sorento, respectivamente, y pretenden sentar las bases de la marca y volverla a poner en el radar del público español, y quién sabe si del europeo también. De encontrar viabilidad al proyecto, no cabe duda de que la marca tendrá que seguir aumentando su gama de productos y, dado que EBRO , al contrario que Chery y sus distintas marcas, sí tiene una historia en la que poder basarse, tirar de ella, para lanzar modelos con personalidad propia al mercado.
Un servidor tiene cierta afinidad con la firma española, pues fue el primer periodista señalar la existencia de la firma, aunque en primera instancia no se identificaba todavía como EBRO. Por mera coincidencia a través de este trabajo, pude acabar hablando con Edu Blanco, uno de los fundadores de Ecopower, la firma con la que realmente tenía previsto en un principio EV Motors producir coches en la Zona Franca de Barcelona. Se puede leer el artículo fruto de aquella conversación en este enlace a Híbridos y Eléctricos, donde escribía por entonces.
Por esta afinidad que tiene el que escribe estas líneas con EBRO, hemos querido ahondar en el pasado de la firma española y en los distintos coches que Chery tiene a la venta en China para ver qué clase de productos podrían acabar llegando aquí usando un modelo del fabricante chino como base, pero comercializado bajo la marca de EBRO y, tal vez, incluso siendo producido aquí.
Lo cierto es que la antigua EBRO centró casi todos sus esfuerzos en vehículos comerciales (furgonetas y camiones, mayormente) pero la marca, tras un acuerdo de VIASA y Motor Ibérica, pudo tuvo en producción durante varios años su propia versión del Jeep Commander americano de los 60.
Se denominó Jeep EBRO Comando y se antoja como la historia perfecta, el punto de partida idóneo, para un modelo que puede servir de coche halo, de buque insignia, a la firma española en esta incipiente etapa basándose sobre alguno de los modelos de iCar, la marca de todoterrenos de Geely. Todo a la vez que tiene potencial suficiente, por sus características, para lograr buenas cifras de ventas.
De entre los tres modelos presentados por iCar, hay uno que llama especialmente la atención y que tendría sentido ver comercializado como EBRO Comando en Europa. Y es que, con sus ópticas redondas y ciertos guiños de estilo retro, como el diseño de las llantas en una de las versiones vistas por las redes (que recuerdan a las llantas de acero de gran tamaño que equipaban antaño los todoterreno y camiones más rudos, como los propios EBRO) antoja como una base perfecta a la que apenas habría que hacer modificaciones (al menos estéticamente).
Imágenes iCar V23
Una versión de EBRO del iCar V23 sería todo un acierto para un mercado como el español. El primero de los motivos para pensar esto está en que se trata de un coche de pequeño tamaño, a pesar de su aspecto. Tiene una longitud de 4,22 metros, lo que lo hace tan sólo 5 centímetros más largo que un Toyota Yaris Cross, aunque sí se desmarca con una anchura y altura de 1,85 y 1,92 metros, respectivamente.
Otro punto a favor del V23 como producto con potencial comercial en Europa está en que aunque se trata de un coche eléctrico, su precio en China es contenido, incluso para los estándares del país asiático (teniendo en cuenta el tipo de coche ante el que estamos). Al cambio su precio de partida, que sí se ha confirmado en China, es de menos de 17.000 euros, lo que significa que aquí podría llegar por 30.000 euros e incluso menos si el fabricante quisiera recortar margen de beneficio para ganar cuota de mercado.
Gran parte del motivo de este contenido coste reside en que su batería no es de un tamaño especialmente grande, reduciendo su precio con ello y también su autonomía, pues la versión que mayor rango homologa irá más allá de los 400 kilómetros si llega aquí y homologa sus prestaciones con la lupa del WLTP. Sus datos técnicos finales aún tienen que confirmarse en China.
Por lo retro del iCar V23 y a la vez lo sencillo de sus líneas, para acabar, es fácil imaginar un frontal luciendo el logo de EBRO en su parrilla, como la imagen que encabeza este artículo. Sea como fuere, lo cierto es que estas líneas no proponen más que un modelo que encaja con la historia de la marca y a la vez, por precio y pretensiones de producto, en el mercado español, pero lo que acabe trayendo Ebro a España después de los S700 y S800, si es que finalmente logra ponerlos en producción, puede ser muy distinto.