ECD Automotive Design es una empresa afincada en Florida, antes conocida como East Coast Defenders. Comenzó como una empresa especializada en los Land Rover Defender, desde su importación hasta su modificación y restauración. Poco a poco, fueron especializándose en conversiones y restauraciones de alto nivel – de forma similar a grandes del sector como Icon 4×4. Algunas ya superan los 200.000 dólares. Ahora, ECD Auto Design ha comenzado a modernizar los Range Rover clásicos, convirtiéndolos en lujosas máquinas modernas, más cómodas y fiables, pero con el mismo carácter de siempre.
Vamos a ser sinceros. Nos encantan los Range Rover clásicos, pero nos asusta su fiabilidad. Cuando eran nuevos no era ni de lejos la mejor del mercado, y con más de 20 años a sus espaldas, nuestra cartera tendrá una hemorragia constante de dinero. Los primeros Range Rover se fabricaron durante la friolera de 26 años, desde 1970 hasta 1996. Las últimas unidades son coches relativamente modernos, pero aún con raíces sumidas en los años 70. Land Rover los fue modernizando a medida que pasaban los años, con más confort, y elementos propensos a averías caras e impredecibles, como suspensiones de aire.
Su motor 4.2 V8 de origen Buick, apenas 200 CV e ingeniería Rover es otro de los elementos delicados de estos coches, y la corrosión suele afectar a algunos paneles de la carrocería de estos clásicos. Por otra parte, siguen siendo todoterrenos cómodos y eficaces fuera del asfalto, con un diseño que personalmente me parece arrebatador. ECD Automotive Design ha decidido usar un Range Rover de batalla larga fabricado en 1995 como primer prototipo de su particular restomod. Esta restauración y modificación comienza con el completo desmontaje del coche, que dejan literalmente en chasis.
Sus largueros y travesaños son repintados y protegidos del óxido, y toda su carrocería ha sido repintada con mimo, en un precioso tono gris oscuro. Han tenido que fabricar algunos paneles, de los que es imposible encontrar repuestos de fábrica. Se abandona la suspensión de aire, y es reemplazada por una suspensión convencional, procedente de un Land Rover Defender. El motor Rover V8 también es abandonado, a favor de un sencillo y fiable motor LS de origen Chevrolet. Un small-block de 6,2 litros y 430 CV, idéntico al que era montado por los Chevrolet Corvette C6, de eficacia y durabilidad contrastada.
Este motor se asocia a un cambio automático de seis relaciones, también de origen General Motors. El todoterreno pesa dos toneladas y cuarto y es tan aerodinámico como un ladrillo, pero consigue acelerar hasta los 100 km/h en menos de ocho segundos. Por supuesto que un Range Rover moderno es mucho más rápido, ¿pero tiene su mismo encanto? ECD Automotive Design ha mejorado la insonorización del habitáculo con 100 kilos de material aislante, y han retapizado los asientos del habitáculo, puertas y volante. Monta un nuevo equipo de infotainment compatible tanto con Apple CarPlay como con Android Auto.
Su instrumentación analógica es de nueva factura e incluye un completo ordenador de a bordo. Esta conversión tiene un precio de 160.000 dólares, en el que hemos de tener en cuenta las cientos de horas de trabajo y modificaciones en ella incluidas. Una buena forma de actualizar al Siglo XXI un Range Rover clásico sin hacerle perder su carácter.
Fuente: Autoblog
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